Líder de Hezbollah insta a musulmanes a "castigar" ataques al Corán si los gobiernos no actúan
El líder de Hezbollah dice que si los gobiernos de los países de mayoría musulmana no actúan contra los países que permiten la profanación del Corán, los musulmanes deberían “castigar” a quienes facilitan los ataques al libro sagrado del islam
El líder del grupo insurgente chií libanés Hezbollah dijo el sábado que si los gobiernos de los países de mayoría musulmana no actúan contra los países que permiten la profanación del Corán, los musulmanes deberían “castigar” a quienes facilitan los ataques al libro sagrado del islam.
Las declaraciones de Hassan Nasrallah se incluían en un discurso en video ante decenas de miles de personas que acudieron a un suburbio del sur de Beirut para celebrar la Ashura, una fiesta chií que recuerda el martirio en el siglo VII de Hussein, el nieto del profeta Mahoma, que dio origen a su fe.
Nasrallah suele aprovechar las celebraciones religiosas para enviar mensajes políticos a sus seguidores, y el sábado criticó los recientes incidentes en los que se quemaron o profanaron copias del Corán en Suecia y Dinamarca.
Según el líder insurgente, los musulmanes deben estar atentos al resultado de la reunión de emergencia que mantendrá la Organización de Cooperación Islámica el lunes en Bagdad para debatir su respuesta a la quema del Corán.
La organización y sus Estados miembros tienen que “enviar un mensaje firme, decisivo e inequívoco a estos gobiernos de que cualquier repetición de los ataques será respondida con un boicot”, indicó Nasralá. Si no lo hacen, añadió, la juventud musulmana debe “castigar a los profanadores”, pero no ofreció detalles acerca del boicot ni el castigo.
La multitud, que portaba estandartes con leyendas religiosas o banderas de Hezbollah, Líbano y Palestina, coreaba, “Oh, Corán, somos tus sirvientes; oh, Hussein, somos tus sirvientes”.
Los chiítas, que constituyen el 10% de los 1.800 millones de musulmanes en el mundo, consideran a Hussein e legítimo sucesor del profeta Mahoma. La muerte de Hussein en combate contra los sunitas en Karbala, al sur de Bagdad, provocó un profundo cisma en el islam y sigue cumpliendo un papel crucial en la forja de la identidad chiíta.
Millones de chiítas en Irán, Afganistán, Pakistán y otros países conmemoraron la Ashura el viernes, en tanto las ceremonias en Líbano, Irak y Siria culminaron el sábado.