Corte alemana ratifica condena a la exsecretaria de un campo de concentración nazi de 99 años
Una corte alemana rechazó el martes el recurso de una mujer de 99 años condenada como cómplice en más de 10.000 asesinatos por su papel como secretaria del comandante de las SS en el campo de concentración nazi de Stutthof durante la Segunda Guerra Mundial.
El Tribunal Federal de Justicia ratificó la condena de Irmgard Furchner, a quien una corte estatal en Itzehoe, en el norte de Alemania, le impuso en diciembre de 2022 una pena suspendida de dos años.
Fue acusada de formar parte del aparato que ayudó al funcionamiento del campo, ubicado cerca de Danzig, la actual ciudad polaca de Gdansk. Fue condenada de complicidad en 10.505 casos de asesinato y como cómplice en cinco intentos de asesinato.
Durante una vista en el tribunal federal de Leipzig el mes pasado, los abogados de Furchner pusieron en duda que fuese realmente cómplice de los delitos cometidos por el comandante y otros altos cargos del campo, y que estuviera realmente al tanto de lo que ocurría en Stutthof.
En su fallo, la corte de Itzehoe indicó que los jueces estaban convencidos de que Furchner “conocía y, a través de su trabajo como taquígrafa en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof entre el 1 de junio de 1943 y el 1 de abril de 1945, respaldó de forma deliberada el hecho de que 10.505 prisioneros fueron asesinados de forma cruel en gaseamientos, por las condiciones hostiles del campo”, por su transporte al campo de exterminio Auschwitz y por su envío a marchas de la muerte al final de la guerra.
Durante el primer juicio, la fiscalía dijo que el de Furchner podría ser el último de este tipo. Sin embargo, la fiscalía especial de Ludwigsburg encargada de investigar crímenes de guerra de la época nazi apuntó que había otros tres casos pendientes en la fiscalía o en tribunales en varias zonas de Alemania. Dada la elevada edad de los sospechosos, surgen cada vez más dudas sobre su aptitud para ser juzgados.
El caso de Furchner es uno de los varios armados en los últimos años en base al precedente establecido en 2011 con la condena a John Demjanjuk, exempleado del sector automotriz en Ohio, como cómplice de asesinato por acusaciones de que fungió como guarda en el campo de exterminio de Sobibor. Demjanjuk, quien negó todas las acusaciones, falleció antes de que se pudiese evaluar su recurso.
Antes, los tribunales alemanes exigían a la fiscalía que justificase los cargos presentando evidencias de la participación de un exguarda en un asesinato específico, una tarea que a menudo era casi imposible.
Sin embargo, la fiscalía argumentó con éxito durante el juicio contra Demjanjuk en Múnich que ayudar al funcionamiento del campo era suficiente para condenar a alguien como cómplice de los asesinatos cometidos allí. Un tribunal federal ratificó la condena de 2015 al exguarda de Auschwitz Oskar Groening en base al mismo razonamiento.