Los empresarios de la hostelería temen otra Navidad arruinada mientras los casos por Ómicron se extienden
Los propietarios de pubs y restaurantes advierten que no llegarán al 2022 sin una buena temporada navideña. Por Thomas Kingsley y Colin Drury
Cada día, Richard Hibbert hace algo que, como empresario restaurantero, nunca imaginó que tendría que hacer: toma su teléfono y comprueba las cifras de ingresos en los hospitales locales.
Tras un año de lucha contra los confinamientos y las restricciones, está desesperado por obtener cualquier pista sobre los posibles trastornos futuros en sus tres locales de Retiro en Bolton y Lancashire.
“Se han mantenido estables desde el verano”, dice sobre esas cifras. “Y siguen estables ahora, pero...”
Los empresarios de la hostelería ya están viendo cancelaciones en medio de los temores por la variante Ómicron
La nueva variante de covid está ensombreciendo de súbito un sector hostelero que esperaba y rezaba por haberse librado de lo peor del coronavirus.
Mientras los pubs y restaurantes de todo el Reino Unido se preparan para una Navidad que se suponía iba a ayudar a compensar casi dos años catastróficos, de repente se enfrentan al escenario de pesadilla de, en el mejor de los casos, la aprensión de los clientes y, en el peor, un nuevo confinamiento.
“Mientras esas cifras [de los hospitales] se mantengan estables, no creo que haya un confinamiento y no creo que la gente desista de salir esta Navidad”, señala Hibbert. “Creo que llevamos un año y medio así y la gente está cansada de las restricciones. Pienso que se han cansado y han aceptado que es algo con lo que hay que convivir”.
Y, sin embargo, se muestra preocupado cuando reflexiona sobre la variante Ómicron.
“Si el gobierno decide cerrar, sería catastrófico para nosotros”, asegura. “Hemos gastado decenas de miles de euros en hacernos más seguros contra el covid-19 durante los últimos 18 meses -asientos exteriores, calefacción adicional, formación del personal-, pero ahora necesitamos una buena Navidad que nos ayude a amortizar esa inversión”.
Si habla con cualquier persona del sector de la hostelería en estos momentos, la esperanza de una “buena Navidad” es su principal preocupación.
Es probable que esto ocurra todos los años en cierta medida, sin embargo, en 2021 tiene una importancia casi existencial para muchos.
“Es una pesadilla que incluso tengamos que pensar en [el confinamiento y los nervios de los clientes]”, cuenta Christian Burns, propietario de cinco pubs en Bishop Auckland, entre ellos The Merry Monk y The Reading Rooms. “Esta debería ser la época de mayor actividad del año y ahora, solo por lo que está ocurriendo, ya estamos viendo que las reservaciones disminuyen. La gente está nerviosa y cuando la gente está nerviosa, no va al pub o a comer fuera”.
¿Qué tan malo sería otra Navidad cancelada? “Te lo diré directamente”, explica. “No sé si tenemos futuro en 2022. Y no seré solo yo. Será la mitad del sector”.
Alrededor de 1.000 pubs han cerrado desde que el llamado Día de la Libertad puso fin a la mayoría de las restricciones en Inglaterra, el 19 de julio.
“Verás miles más [cerrar] si no pueden abrir en Navidad o si el comercio se desploma”, asevera Burns, de 63 años. “Estaremos en apuros. Este periodo nos lleva hasta mediados de febrero -hasta San Valentín- y, sin él, no lo sé”.
Para Richard Gladwin, en efecto, el impacto de la variante Ómicron ya se está haciendo notar.
Sus cinco restaurantes en el sur de Inglaterra ya han sufrido lo que él llama “enormes cancelaciones” a causa de la repentina incertidumbre.
“Este mes es cuando llegan todos los beneficios para pasar enero y febrero, y las reservas de efectivo siguen siendo bajas a pesar de haber tenido unos buenos meses de comercio”, comenta.
“Desde el punto de vista empresarial, lo que me preocupa son las nuevas medidas contra el covid. Estamos ajustando el gasto, la contratación y nos preocupamos aún más por el juego de equilibrio contra el covid en el nuevo año.”
Sin embargo, Giovanni Reitano, subdirector del pub The Champion, en el oeste de Londres, pide que se introduzcan ahora restricciones más estrictas en un intento de salvar la Navidad y evitar medidas más estrictas entonces.
“Los consejos son confusos”, afirma. “Debería ser más estricto, la gente debería llevar cubrebocas en los pubs y restaurantes, era bueno cuando había seis personas cenando juntas a la vez, pero con un montón de gente reunida y celebrando fiestas navideñas, por supuesto que habrá un contagio”.
“Si tomamos medidas más estrictas ahora -incluso durante dos semanas hasta el 15 de diciembre- podemos evitar arruinar la Navidad y entrar en un confinamiento total si las cosas empeoran”.
El pub, que depende en gran medida del turismo, ya está recibiendo menos turistas después de que se anunciaran las nuevas restricciones, que incluían que los británicos se sometieran a una prueba de PCR en el segundo día y se aislaran hasta recibir los resultados.
Kate Nicholls, directora general de UK Hospitality, afirma que el sector ya está viendo cómo se cancelan y posponen las reservaciones, a pesar de que los locales han invertido mucho para ayudar a proteger la salud y la seguridad del personal y los clientes.
“El comercio navideño ya parecía más débil de lo habitual, pero sin duda recibirá un nuevo golpe si la variante Ómicron empieza a traducirse en un mayor número de casos de covid”.
“No hay duda de que esto tendrá un efecto perjudicial para las empresas, justo cuando se dirigen a su periodo comercial clave. Todo esto llega en un momento crítico para el sector, ya que los precios están aumentando en todos los ámbitos, los problemas de la cadena de suministro continúan, la escasez crónica de mano de obra no muestra signos de alivio y el próximo año volverá el tipo de IVA del 20 por ciento”.