El Talibán rechaza informe de la ONU según el cual hay divisiones entre sus filas
El Talibán califica de “infundado y parcializado” un informe del Consejo de Seguridad de la ONU según el cual hay divisiones en esa agrupación fundamentalista islámica que gobierna Afganistán
El Talibán calificó el domingo de “infundado y parcializado” un informe del Consejo de Seguridad de la ONU según el cual hay divisiones en esa agrupación fundamentalista islámica que gobierna Afganistán.
En los últimos siete meses ha habido una mayor transferencia de poder en Afganistán desde la capital Kabul hacia la ciudad sureña de Kandahar, baluarte del Talibán y base del líder supremo del grupo, Hibatula Akhundzada.
El informe —emitido este mes— del Equipo de Apoyo Analítico y Monitoreo de Sanciones del Consejo de Seguridad sostiene que las estructuras de gobierno del Talibán siguen siendo “sumamente excluyentes, centradas en la etnia pashtun y represivas” hacia todo tipo de oposición.
Dijo también que el hecho de que Kandahar haya vuelto a ser la sede del poder —como lo fue cuando el Talibán gobernaba Afganistán en la década de 1990— elude a altos ministros talibanes en Kabul, el centro del actual gobierno, debido a la manera en que se toman ciertas decisiones.
Ciertas figuras clave del gobierno, tales como el principal vocero del Talibán, han establecido oficinas en el sur de Kandahar. Decretos de gran repercusión, entre ellos el que excluye a las mujeres y las niñas de la educación y el trabajo, fueron emitidos desde esa ciudad y no en Kabul.
El informe también señaló que hay divisiones internas en el grupo en cuanto a ciertas políticas, la centralización del poder y el control de los recursos financieros y naturales de Afganistán. Las pugnas de poder están desestabilizando más la situación, al punto que existe el riesgo de un conflicto armado entre las facciones, asevera.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, rechazó las “acusaciones” de enfrentamiento que hace el informe, calificándolas de infundadas, y señaló que demostraban “hostilidad evidente” hacia los afganos.
Los rumores de que hay desacuerdos entre los líderes del grupo son una continuación de la propaganda de los últimos 20 años, declaró. “La publicación de esos informes tan tendenciosos e infundados por parte del Consejo de Seguridad no ayuda a Afganistán ni a la paz y la seguridad internacionales, sino que aumenta la preocupación entre la población (afgana)”.
El informe dice que el líder talibán, Akhundzada, es “solitario y escurridizo”, y señala que ha implementado medidas minuciosas para garantizar su seguridad en las reuniones.
Citaba también a un Estado miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, del que no se proporcionó el nombre, que decía que Akhundzada había sobrevivido a dos brotes de COVID-19, lo que debilitó su sistema respiratorio, además de problemas renales que ya padecía, ante lo cual insinuó que altos personajes talibanes están esperando a que las fallas en su salud deriven en una sucesión natural.
“Hibatullah se ha resistido con orgullo a las presiones externas para que modere sus políticas”, indicó el informe del 1 de junio. “No hay indicios de que otros líderes talibanes radicados en Kabul puedan influir sustancialmente en su política. Hay pocas perspectivas de cambio a corto o mediano plazo”.
El Talibán dijo que sus órdenes se apegan a su interpretación de la sharia, o ley islámica.