Votantes de Minneapolis rechazan propuesta de quitar fondos a la policía tras asesinato de George Floyd
Esto muestra la posición de la ciudad sobre vigilancia policial tras el asesinato de George Floyd en 2020 que desató protestas nacionales por los derechos civiles
Los votantes de Minneapolis rechazaron una propuesta que habría reestructurado de forma radical el departamento de policía de la ciudad y lo habría reemplazado por una nueva agencia de seguridad pública centrada en la no violencia. Fue una campaña que se siguió de cerca en la conversación nacional en torno a la posibilidad de "desfinanciar a la policía".
El martes, los votantes de la ciudad decidieron sobre lo que se conoce como Pregunta Dos, una enmienda a los estatutos de la ciudad de Minneapolis que eliminaría una disposición que requiere un número mínimo de oficiales de policía y reemplazaría el MPD (Departamento de Policía de Minneapolis), ahora supervisado por el alcalde, con un nuevo Departamento de Seguridad Pública supervisado de forma conjunta por el alcalde y el ayuntamiento. The Associated Press proyectó que la pregunta no logró su cometido poco después de las 10 p.m. hora del Este.
Mucho ha cambiado en Minneapolis desde el 25 de mayo de 2021, cuando el ex oficial de policía de Minneapolis Derek Chauvin asesinó a George Floyd al poner su rodilla sobre el cuello de Floyd por más de nueve minutos durante un arresto por un billete flaso de US$20.
En el año y medio transcurrido desde entonces, la ciudad y el país fueron testigos de protestas por la justicia racial sin precedentes. La ciudad vio el juicio de alto perfil de Chauvin, quien se convirtió en el primer policía blanco en servicio en la historia de Minneapolis en ser condenado por asesinato. El MPD se convirtió en objeto de una investigación del Departamento de Justicia sobre prácticas policiales sesgadas.
Los partidarios de la pregunta, que se mantuvo fuera de las boletas el año pasado en medio de disputas por el procedimiento, argumentan que abrirá la puerta a un enfoque más holístico de la seguridad, centrado en los servicios de salud y la equidad. Además, le da a la comunidad más control sobre un departamento de policía que, mostrado en numerosos análisis, se enfoca en personas afroamericanas y morenas para que reciban un trato y violencia dispares sin enfrentarse a ninguna disciplina significativa.
"Ahora somos conocidos en todo el mundo como la ciudad que asesinó a George Floyd y depués por lanzar gas lacrimógeno a personas que estaban de luto", declaró a The New York Times la candidata a la alcaldía Sheila Nezhad, ex médica de acción durante las protestas por la justicia racial de 2020 en Minneapolis. “El mensaje de aprobar la enmienda es que no se trata solo de buenos policías o malos policías. Se trata de crear seguridad al cambiar todo el sistema”. Los líderes afroamericanos más destacados de la región, incluida la congresista Ilhan Omar, y el Fiscal General de Minnesota y ex representante de EE.UU. Keith Ellison, respaldan la propuesta.
Pero el plan para reemplazar el MPD estaba lejos de ser querido, dentro y fuera de las comunidades afroamericanas que Minneapolis se enfoca en proteger.
Una encuesta de septiembre de un consorcio de organizaciones de noticias, incluido Minneapolis Star Tribune, Minnesota Public Radio y KARE 11, encontró que el cincuenta y cinco por ciento de los votantes registrados no quieren reducir el tamaño de la fuerza policial, incluido el setenta y cinco por ciento de los votantes afroamericanos. Sin embargo, casi el cincuenta por ciento de esos mismos votantes están a favor de reemplazar al MPD, incluido el cuarenta y dos por ciento de los votantes afroamericanos.
El alcalde y el jefe de policía de Minneapolis, así como los principales demócratas como el gobernador de Minnesota Tim Walz y la senadora estadounidense Amy Klobuchar, se oponen a la medida y argumentan que no es el mejor camino para asegurar la reforma que todos desean ver.
“Cuando todos están a cargo, nadie está a cargo”, dijo a Politico en septiembre el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, quien se postuló con una propuesta de reforma policial y está listo para la reelección. “Creo que eso disminuiría de forma drástica la responsabilidad. Reduciría la claridad del mando".
Añadió que, desde que Floyd fue asesinado, “se realizaron muchos cambios. Ahora, son específicos, son técnicos. Y no puedes incluirlos en un hashtag".
Sucedieron muchas cosas en la ciudad desde que Floyd fue asesinado en lo que respecta a la actividad policial, y tanto los partidarios como los opositores de la medida tienen motivos para alarmarse.
Aquellos que buscan cambiar de forma profunda el MPD, señalan lo poco que parece haber cambiado. Solo un oficial de policía de Minneapolis fue disciplinado por mala conducta durante las protestas y disturbios de 2020, incluso cuando los oficiales dispararon armas de control de disturbios contra periodistas y golpearon a numerosos manifestantes. Para ellos es una señal de que las cosas continúan como siempre, a pesar de que Minneapolis está controlada por liberales que prometen una reforma policial. La ciudad ha pagado US$70 millones en demandas por mala conducta policial en los últimos veinte años, mientras que rara vez disciplina a los oficiales. Derek Chauvin tenía una larga lista de quejas por uso de fuerza excesiva antes de matar a George Floyd.
Sin embargo, los delitos violentos han plagado a la ciudad durante toda la pandemia, y Minneapolis está en camino de romper su récord de homicidios establecido en la década de 1990, cuando se conocía como "Murderapolis". Esto llevó a algunos líderes comunitarios a cuestionar la sabiduría de sacar a más oficiales de la calle.
Casi trescientos policías de Minneapolis abandonaron la fuerza desde las protestas de George Floyd, y muchos afirman tener PTSD (trastorno por estrés postraumático). La jefa del MPD, Medarria Arradondo, declaró hace poco que el departamento tiene el número más bajo de oficiales disponibles para responder llamadas al 911 que ha visto en tres décadas.
La votación del martes mostrará dónde se encuentra Minneapolis, luego de que apareciera en titulares en junio pasado cuando nueve miembros del consejo de la ciudad a prueba de veto subieron a un escenario en una página de la ciudad, con un letrero que decía "Defund the Police". También prometieron, en palabras de la presidenta del consejo de Minneapolis, Lisa Bender, "poner fin a la policía como la conocemos y recrear sistemas de seguridad pública que de verdadnos mantengan a salvo".
Desde las protestas de George Floyd, varias ciudades liberales como Los Ángeles, Austin, Denver y Oakland redirigieron millones en fondos policiales a esfuerzos de desarrollo comunitario como la vivienda y la prevención de la violencia.
Las encuestas sugieren que la mayoría de los estadounidenses no apoyan quitarle financiamiento a la policía, aunque el concepto tiene una amplia diversidad de significados para los diferentes reformadores. Además, los defensores conservadores vincularon la idea con las crecientes tasas de criminalidad del país en los últimos meses, aunque los expertos dicen que no hay evidencia de que el movimiento para quitar financiamiento cause esos picos.