Migrantes hondureños emprenden viaje a Estados Unidos pese a pandemia
Cerca de 2 mil personas ya cruzaron la frontera con Guatemala
Alrededor de 2.000 migrantes hondureños que esperan llegar a Estados Unidos entraron a pie a Guatemala el jueves por la mañana, poniendo a prueba la frontera recién abierta que había estado cerrada por la pandemia de coronavirus.
Las autoridades habían planeado registrar a los migrantes mientras cruzaban la frontera y ofrecer asistencia a aquellos dispuestos a regresar a su país de origen, pero el grupo pasó por el cruce fronterizo oficial de Corinto sin registrarse, de acuerdo con las autoridades de inmigración guatemaltecas. Al verse superadas en número, no intentaron detenerlos.
Pocas horas después, las autoridades guatemaltecas reportaron la primera muerte de un migrante, quien trató de subir a un tráiler en movimiento, pero cayó bajo sus llantas. De momento, las autoridades no proporcionaron más detalles.
Antes de que los migrantes cruzaran la frontera, Edwin Omar Molino, un joven de 17 años procedente de Cortés, dijo que quería irse de Honduras porque no podía encontrar trabajo. Culpó al presidente Juan Orlando Hernández por llevar al país a la ruina.
“Donde uno quiere ir a buscar trabajo no hay. Por eso salimos de nuestro país”, dijo Molino.
“Está la pandemia y me da miedo”, comentó. Pero agregó que no podía ayudar a su familia a salir adelante sin tomar el riesgo.
Los migrantes centroamericanos comenzaron a viajar en grandes grupos en los últimos años, buscando seguridad en los números y en algunos casos evitando pagar a los traficantes. Los llamados para formar una nueva caravana de migrantes que partiera del territorio el 1 de octubre habían circulado durante semanas en las redes sociales.
Las probabilidades de que una gran caravana migrante llegue a la frontera de Estados Unidos, que ya eran bajas, se han reducido todavía más en el último año. México, bajo presión de Estados Unidos, desplegó a su Guardia Nacional y a más agentes de inmigración para desmantelar las caravanas el año pasado. Dispersaron a grandes grupos de migrantes que trataban de viajar juntos por el sur de México. Y cruzar a Estados Unidos de manera legal es prácticamente imposible ahora con la pandemia, e ingresar de manera ilegal es tan difícil como lo ha sido siempre.
La partida del nuevo grupo evocó recuerdos de una caravana de migrantes que se formó hace dos años poco antes de que se celebraran las elecciones legislativas en Estados Unidos. Se volvió un tema conflictivo en la campaña, avivando la retórica contra los migrantes. Aunque las caravanas atraen la atención, realmente sólo representan una pequeña fracción del flujo migratorio diario de pequeños grupos que pasan desapercibidos por Centroamérica y México.