Las lluvias se desplazan tras dejar inundaciones en Vermont y saturar el nordeste de EEUU
Una tormenta se aleja tras dejar la lluvia de dos meses en Vermont y saturar otras zonas del nordeste, aunque se esperan más inundaciones después de que el agua cortara el acceso a algunas poblaciones, incluida la vía principal a la capital del estado
Una tormenta se alejaba el martes tras dejar la lluvia de dos meses en Vermont y saturar otras zonas del nordeste, aunque se esperaban más inundaciones después de que el agua cortara el acceso a algunas poblaciones, incluida la vía principal a la capital del estado.
No se reportaron heridos ni muertes en relación con las inundaciones en Vermont, según las autoridades. Pero había decenas de carreteras cortadas, incluidas muchas a lo largo de las Montañas Verdes. El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas y avisos por inundaciones rápidas para la mayor parte del estado, desde la frontera con Massachusetts y hasta la frontera canadiense al norte.
El lento meteoro llegó a Nueva Inglaterra tras golpear el domingo zonas de Connecticut y Nueva York, donde una persona murió cuando intentaba evacuar su casa en plena inundación.
El presidente, Joe Biden, que estaba en Vilna, Lituania, para la cumbre anual de la OTAN, declaró el estado de emergencia en Vermont y autorizó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés) a ayudar a coordinar los esfuerzos de ayuda y proporcionar asistencia.
La Casa Blanca seguirá supervisando los efectos de las crecidas, indicó la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre en una conferencia de prensa el martes, en la que instó a la gente en zonas afectadas a “por favor, por favor mantenerse a salvo y seguir los protocolos de seguridad”.
Algunas poblaciones habían recibido entre 17,8 centímetros y 22,9 centímetros (de 7 a 9 pulgadas) de agua para el lunes por la noche.
Las inundaciones afectaron a Montpelier, la capital del estado. La Interestatal 89, una importante autopista, estaba cortada en ambos sentidos entre Montpelier y Middlesex, y al norte de Montpelier.
El gerente municipal de Montpelier, Bill Fraser, advirtió que la presa de Wrightsville, varias millas al norte en la rama norte del río Winooski, podría superar su capacidad. Eso no ha ocurrido nunca.
“Habría una gran cantidad de agua que llega a Montpelier, que se sumaría de forma drástica a los daños existentes por inundaciones”, dijo, señalando que quedaban muy pocas opciones de evacuación.
“La gente en zonas de riesgo podría querer subir a los pisos superiores de sus casas”.
“No hemos visto lluvias como estas desde Irene”, dijo el gobernador de Vermont, Phil Scott, en referencia a la tormenta tropical Irene en agosto de 2011. Esa tormenta mató a seis personas en el estado, arrastró casas de sus cimientos y dañó o destruyó más de 200 puentes y 500 millas (805 kilómetros) de autopista.
La diferencia es que Irene duró apenas 24 horas, dijo Scott.
“Esto sigue. Estamos recibiendo la misma lluvia, si no más. Lleva días. Eso es lo que me preocupa. No es el daño inicial. Es la ola, la segunda ola y la tercera ola”, dijo.
La representante de Vermont Kelly Pajala dijo que ella y otra media docena de personas habían evacuado el lunes por la mañana de un bloque de cuatro apartamentos en el río West en Londonderry.
“El río estaba a nuestras puertas”, dijo Pajala. “Echamos algo de ropa seca y a nuestros gatos en el auto y manejamos a terreno más alto”.
La gente en Nueva York y Connecticut limpiaba los restos dejados por las lluvias. El Servicio Meteorológico Nacional en Burlington dijo que la lluvia en el norte de Vermont remitiría el martes, aunque se esperaban más precipitaciones el jueves.
Las autoridades dijeron que la tormenta ya había causado daños por valor de decenas de millones de dólares.
En una conferencia de prensa en una calle embarrada en Highland Falls, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que se estaba describiendo el episodio como “un evento de una vez cada mil años”.
Científicos atmosféricos señalan que las inundaciones destructivas se ven impulsadas por tormentas formadas en una atmósfera más cálida, lo que supone precipitaciones extremas. Ese fenómeno no hará más que empeorar con el calentamiento adicional que predicen los científicos.
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Minchillo informó desde Highland Falls, Nueva York. Kathy McCormack en Concord, Nueva Hampshire; Michael Hill en Albany, Nueva York; y Mark Pratt y Steve LeBlanc en Boston contribuyeron a este despacho.