Líder regional etíope se adjudica el reciente ataque en Eritrea
"Mientras haya tropas aquí combatiendo, tomaremos cualquier objetivo militar legítimo y dispararemos”, dijo, negando los reportes sobre que las fuerzas regionales de Tigray hubieran entrado en el país vecino.
El líder de la región etíope de Tigray confirmó el domingo que había lanzado misiles a la capital de la vecina Eritrea y amenazó con nuevos ataques, en una enorme escalada de la letal violencia en la región norteña de Tigray entre fuerzas regionales y el gobierno federal, que ahora se expande fuera del país.
En una entrevista con The Associated Press, el presidente regional de Tigray, Debretsion Gebremichael, declinó concretar cuántos misiles se habían lanzado el sábado a la ciudad de Asmara, aunque dijo que había sido la única ciudad eritrea atacada.
"Mientras haya tropas aquí combatiendo, tomaremos cualquier objetivo militar legítimo y dispararemos”, dijo, negando los reportes sobre que las fuerzas regionales de Tigray hubieran entrado en el país vecino.
Al menos tres cohetes parecieron ir dirigidos al aeropuerto en la capital eritrea, Asmara, horas después de que el gobierno de Tigray advirtiera el sábado de un posible ataque. Las autoridades regionales acusaron a Eritrea de atacar la zona a invitación del gobierno etíope tras el inicio del conflicto el 4 de noviembre.
“Pelearemos con ellos en todos los frentes con todos los medios que tenemos”, afirmó el mandatario regional. Afirmó que unas 16 divisiones eritreas estaban combatiendo en una “guerra a gran escala”.
La guerra civil que está comenzando en Etiopía podría ser devastadora para el segundo país más poblado de África y para el estratégico Cuerno de África, además de fracturar un crucial aliado de seguridad de Estados Unidos y crear a decenas de miles de refugiados.
El gobierno regional de Tigray, que dominaba la coalición gobernante de Etiopía, la abandonó el año pasado, y el gobierno federal dice ahora que los líderes regionales deben ser detenidos y su bien surtido arsenal debe destruirse. Ambas partes niegan la legitimidad de su rival.
Debretsion no dijo cuántos misiles tenían sus tropas, aunque señaló que “tenemos varios. Podemos usarlos de forma selectiva, en cualquier lugar”. Cuando se le preguntó sobre posibles ataques a la capital etíope, Adís Abeba, respondió: “No quiero decírselo, pero los misiles también son de largo alcance”.
Las autoridades eritreas no respondieron a peticiones de comentarios, y no había declaraciones inmediatas del gobierno federal etíope sobre el ataque de misiles.
El líder de Tigray dijo que su gobierno, el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés), no tenía un canal de comunicaciones con Eritrea, ni siquiera antes del conflicto. La relación entre ambas partes es tensa, tras una larga guerra fronteriza que terminó después de que el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, asumiera el cargo en 2018.
El TPLF está molesto por haberse visto marginado en las amplias reformas políticas de Abiy, que le valieron el Nobel de la Paz el año pasado. También se opone al aplazamiento de las elecciones nacionales hasta el año que viene, que amplían el mandato de Abiy. En septiembre celebró unas elecciones regionales en rebeldía que el gobierno federal tachó de ilegales.