Inundaciones en Kentucky: ¿Por qué las inundaciones en EE.UU. son cada vez más repentinas?
La crisis climática podría traer lluvias más intensas a muchas partes del condado
Esta semana, las inundaciones arrasaron caminos e inundaron casas en el este de Kentucky, obligando a familias a desplazarse y dejando a decenas de miles sin electricidad.
Al menos 16 personas han muerto, incluidos dos niños, y se espera que aumente el número de víctimas.
Esta inundación se suma a las inundaciones repentinas ocurridas en St. Louis, Missouri esta semana, y las intensas inundaciones que arrasaron el Parque Nacional de Yellowstone y las ciudades circundantes hace unas semanas. Las inundaciones de Yellowstone dejaron aisladas a algunas comunidades y destruyeron por completo algunas de las carreteras que conducen al parque.
La crisis climática podría hacer que este tipo de desastres sean aún más comunes.
Áreas de todo el país experimentarán inundaciones repentinas más frecuentes y más extremas para fines de siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando imparablemente, según un estudio publicado este año en Communications Earth and Environment.
La investigación “muestra en el futuro que las tormentas se volverán más intensas y que estos eventos tendrán un mayor impacto”, explicó anteriormente a The Independent Jonathan Gourley, hidrólogo del Laboratorio Nacional de Tormentas Severas de la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica y coautor del artículo.
A diferencia de las inundaciones de los ríos o el océano, las inundaciones repentinas no requieren que una masa de agua se desborde. En cambio, se forman cuando simplemente hay más agua de la que el suelo puede absorber, precisó el doctor Gourley.
Gourley y sus colegas habían definido previamente una medida de lo repentina que puede ser una inundación: una combinación de qué tan alto y qué tan rápido llegan las aguas.
¿Una inundación que tarda unas pocas horas en subir unos metros? No es tan repentino. ¿Una inundación que sube dos pies en veinte minutos? Repentino.
Que ocurra o no una inundación repentina depende de la cantidad de lluvia que caiga y de cómo la geología y la topografía de la superficie manejen la escorrentía. Los suelos más permeables, por ejemplo, reducen la probabilidad de una inundación repentina porque el suelo absorbe más agua en un período de tiempo más corto.
Las áreas inclinadas con suelos poco profundos no son muy buenas para absorber agua, señala el doctor Gourley, y tampoco lo son las áreas quemadas recientemente. Sin vegetación, el suelo en las áreas quemadas no dejará entrar tanta agua, lo que provocará un aumento de la escorrentía, señala.
Para estudiar el riesgo futuro de inundaciones repentinas, los investigadores utilizaron un modelo del paisaje de EE.UU. que considera estos factores y superpusieron un modelo climático futuro proyectado para fin de siglo que supone que las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyan.
Bajo tal escenario, se espera que el clima se vuelva significativamente más cálido, lo que podría tener dos efectos contradictorios en el riesgo de inundaciones repentinas.
Por un lado, las temperaturas más cálidas podrían secar más el suelo y hacerlo más capaz de absorber agua. Pero también es probable que las temperaturas más cálidas provoquen tormentas más intensas, lo que hará que caiga aún más agua.
Los investigadores descubrieron que cualquier beneficio de parte de los suelos más secos se veía completamente eclipsado por estas tormentas más intensas, agrega el doctor Gourley.
“La duración de la caída de agua de la tormenta no es más larga, sino más corta, es más comprimida e intensa”, menciona. “Y eso es lo que realmente desencadena estas inundaciones repentinas”.
Más lluvia en menos tiempo significa mayores niveles de agua en menos tiempo, es decir, inundaciones más repentinas.
El estudio proyectó que las inundaciones en EE.UU. se volverían un promedio de 7,9 por ciento más repentinas para fines de siglo. Algunas regiones podrían experimentar un aumento aún mayor: predijeron que las inundaciones en el suroeste de EE.UU. se volverán 10,5 por ciento más repentinas y las del centro de EE.UU. 8,6 por ciento.
El documento señala que el suroeste ya es un punto crítico de inundaciones repentinas, mientras que el centro de los EE.UU., históricamente, no ha sufrido tantas inundaciones repentinas, algo que podría cambiar.
Otras regiones, como la costa oeste, no vivieron un aumento tan grande, dice el doctor Gourley. Eso se debe a que las regiones tienden a recibir lluvias más prolongadas y constantes provenientes del Pacífico, a diferencia de las tormentas eléctricas de ráfagas cortas, indica.
Las inundaciones repentinas pueden ser particularmente peligrosas porque ocurren rápidamente, sin suficiente tiempo de advertencia, añade Paul Bates, un hidrólogo de la Universidad de Bristol en el Reino Unido que no participó en el estudio.
“La importancia de este estudio es que nos dice algo sobre estas inundaciones bastante peligrosas y cómo podrían cambiar a partir de ahora y en el futuro”, destacó anteriormente a The Independent.
El estudio solo se centró en los 48 estados bajos de EE.UU. y ambos expertos comentaron que les gustaría ver que se replicaran estudios similares en todo el mundo. El doctor Gourley mencionó que le gustaría especialmente que se realizaran investigaciones en puntos críticos de inundaciones repentinas actuales, como Puerto Rico.
Además, el estudió simuló la probabilidad de una inundación repentina en el peor de los casos, que supone emisiones casi ilimitadas a lo largo de este siglo. Sin embargo, si se cumplen los compromisos y objetivos actuales en las próximas décadas, ese camino, conocido como la “Vía de Concentración Representativa” (RCP) 8,5, es probablemente evitable.
A pesar del peligro de inundaciones repentinas, las personas y los gobiernos locales tienen las herramientas para prepararse.
Por un lado, los funcionarios locales pueden mejorar en el envío de advertencias sobre el riesgo de inundaciones repentinas, dice el doctor Bates. Las regiones también pueden tomar medidas a largo plazo, como evitar que las personas construyan en áreas propensas a inundaciones y el mantenimiento de los desagües pluviales en las áreas urbanas, agrega.
Las áreas urbanas pueden ser particularmente susceptibles a las inundaciones repentinas porque a menudo están cubiertas por superficies impermeables como el asfalto y el concreto, indica el doctor Gourley.
La mayoría de las personas que mueren en inundaciones repentinas están fuera de casa tratando de llegar a algún lugar, apunta Gourley, y terminan manejando en caminos inundados o poniéndose en riesgo de otras maneras.
Aconsejó que quedarse quieto durante una advertencia de inundación repentina, aumenta las probabilidades de seguir con vida.
“Aquí hay un componente educativo que podría usarse para salvar vidas a medida que veamos un aumento de las inundaciones repentinas en el futuro”, concluye el doctor Gourley.