Biden anuncia nuevas sanciones a Cuba tras la represión de manifestantes antigubernamentales

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció un plan para sancionar a los altos funcionarios cubanos mientras critica el trato del gobierno a los que llamó "prisioneros políticos".

Un comunicado del presidente el jueves condenó la respuesta del gobierno cubano a los recientes disturbios en el país, donde en las últimas semanas tanto manifestantes a favor como en contra del gobierno se han manifestado en las calles.

"Hoy, mi administración está imponiendo nuevas sanciones contra elementos del régimen cubano responsables de esta represión - el jefe del ejército cubano y la división del Ministerio del Interior cubano que impulsa la represión - para hacerlos responsables de sus acciones", dijo Biden y agregó: "Esto es solo el comienzo: Estados Unidos continuará sancionando a las personas responsables de la opresión del pueblo cubano".

Su declaración se produjo poco después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmara que el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, publicarían información específica sobre las nuevas sanciones más tarde el jueves por la tarde.

El presidente agregó en su comunicado que Estados Unidos estaba trabajando para restablecer el acceso a internet - que en la isla está limitado principalmente a teléfonos celulares - y brindar servicios consulares a los cubanos en la embajada estadounidense en La Habana.

“Estamos trabajando con organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para brindar acceso a Internet al pueblo cubano que elude los esfuerzos de censura del régimen”, dijo el presidente.

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El gobierno de Cuba y Estados Unidos han ofrecido explicaciones contrarias a los problemas económicos del país citados por algunos manifestantes antigubernamentales, que enfrenta escasez de alimentos y otros problemas agravados por la pandemia Covid-19. Los funcionarios cubanos dicen que los problemas son el resultado del embargo comercial estadounidense en curso, que ha durado décadas, mientras que los líderes estadounidenses sostienen que los funcionarios del gobierno comunista se enriquecen a costa de sus ciudadanos.

El país desarrolló su propia vacuna para Covid-19 y ha vacunado completamente a poco más del 18 por ciento de su población. Es el único país de Centroamérica que no se suma a la iniciativa COVAX, lo que le impide recibir vacunas donadas por Estados Unidos y otras naciones más ricas.