Presentador de Fox News dice que Trump debe “aprender a perder”
El presentador de Fox News rechazó lo que se conoce como la “gran mentira” y advirtió que la obsesión del expresidente con ella es una responsabilidad política
Mientras Donald Trump lucha contra los informes cada vez más dañinos de su comportamiento durante los disturbios en el Capitolio el 6 de enero de 2021, un presentado de Fox News que lo ha apoyado constantemente comentó que el expresidente necesita “aprender a perder”.
Brian Kilmeade, uno de los presentadores habituales del programa matutino entre semana Fox & Friends, apareció en el programa de su colega Howard Kurtz este fin de semana para hablar sobre un nuevo libro. Al inicio de su entevista, Kurtz le pidió que opinara sobre las repetidas veces que Trump ha afirmado que no perdió las elecciones de 2020.
“Creo que en la vida hay que aprender a perder”, aseveró Kilmeade. “Hillary Clinton tiene que aprender eso. Sabes, Al Gore prácticamente aprendió eso. Stacey Abrams no lo aprendió. Y si realmente te jugaron sucio en estas elecciones, haz una lista con los mejores abogados (no a esos que hemos visto) y muéstranos los distritos y muéstranos cómo. No he visto nada de eso”.
Como señaló Kurtz, mientras que Clinton ha hablado y escrito extensamente sobre los factores y fuerzas externas que, asegura, explican su derrota en el colegio electoral, también admitió sin ambigüedades el resultado de las elecciones de 2016, y, a diferencia de Trump, también se comprometió a asegurarse de que la presidencia le fuera pasada a él sin disturbios civiles.
“Debemos aceptar este resultado y luego mirar hacia el futuro”, dijo en su discurso. “Donald Trump será nuestro presidente. Le debemos tener una mente abierta y la oportunidad de liderar. Nuestra democracia constitucional consagra la transferencia pacífica del poder. No solo respetamos eso. Lo valoramos”.
Kilmeade respaldó la idea de que la dramática victoria de Joe Biden en el voto popular tomó a los republicanos por sorpresa, dada la baja estima en la que lo tenían. “Pensar que un presidente que nunca dejó su sótano, que no podía articular un discurso claro, que nunca participó realmente en una entrevista desafiante, que de verdad le costaba trabajo cada debate, pudiera ganar por 7 millones de votos, desafía la lógica”.
(Biden hizo una campaña extensa mientras seguía las medidas de seguridad por el covid-19, y de hecho fue Trump quien se retiró de uno de los debates cara a cara programados de ambos).
Cuando Kurtz le preguntó si era algo “antiTrump” por parte de los medios reportar el hecho de que no hay evidencia de que hubo un fraude electoral en general en 2020, Kilmeade dijo que no. Sin embargo, asintió con la falsa teoría de conspiración propagada por Tucker Carlson, según la cual, el ataque del 6 de enero podría haber estado fomentado en parte por fuerzas externas que buscaban que Trump “quedara mal”.
Mientras tanto, un puñado de otros republicanos siguen dispuestos a hablar en contra de lo que se conoce como la “gran mentira”. Entre ellos está el senador republicano de Dakota del Sur Mike Rounds, quien apareció en ABC News y repudio las acusaciones de “fraude” electoral de Trump en términos aún más fuertes.
“Simplemente no ganamos las elecciones, como republicanos, para la presidencia”, sentenció. “Si simplemente volteamos atrás y le decimos a nuestra gente que no vote porque están haciendo trampa, nos estaremos poniendo en una gran desventaja”.
Sin embargo, en su mayor parte, los funcionarios republicanos han respetado el resultado electoral y la narrativa del asalto del 6 de enero. Uno de los colegas en el senado de Round, Ted Cruz, fue obligado a hacer una aparición humillante en Tucker Carlson Tonight la semana pasada, luego de usar la palabra “terrorismo” para describir el ataque al Capitolio, algo que el presentador de extrema derecha considera inaceptable.
En su consejo al expresidente sobre cómo cambiar su forma de pensar, Kilmeade ofreció un ejemplo de uno de sus predecesores del siglo XIX, Andrew Jackson, de quien dijo que perdió una elección a pesar de ganar el voto popular, pero luego llegó a un acuerdo para ser designado secretario de Estado, antes de ganar las dos elecciones siguientes.
De hecho, Trump ha sido comparado con Jackson desde antes de convertirse en presidente, aunque en su mayoría de manera poco halagadora. La imagen de Jackson como un populista poco común está fuertemente teñida por sus políticas intensamente racistas, en particular la expulsión de nativos americanos de sus tierras al este del río Mississippi. La migración forzada resultante, conocida como el Sendero de Lágrimas, cobró miles de vidas.
Desde el comienzo de su presidencia, Trump colgó un retrato de Jackson en la Oficina Oval.