Sobreviviente de la estampida en Seúl describe cómo “la gente grababa mientras mis amigos morían”
Los muertos y heridos eran en su mayoría adolescentes y veinteañeros
Un sobreviviente australiano de la estampida durante la celebración de Halloween en Seúl contó cómo la gente filmaba, cantaba y reía mientras sus amigos morían.
Se cree que al menos 154 personas murieron en la estampida de Itaewon el sábado, mientras que otras 132 resultaron heridas, incluidas 37 que se encuentran en estado grave, en medio de temores de que esta cifra aumente en los próximos días.
Los muertos y heridos eran en su mayoría adolescentes y veinteañeros, según Choi Seong-beom, jefe del departamento de bomberos de Yongsan en Seúl.
Entre los 26 ciudadanos extranjeros que murieron estaba la productora de cine Grace Rached, de 23 años, de Sydney, Australia, cuya familia la describió como un “ángel hermoso” que iluminaba con su “sonrisa contagiosa”.
Rached había estado de vacaciones en la capital de Corea del Sur y habría cumplido 24 años la próxima semana.
Durante un emotivo homenaje a Rached y otros dos amigos que quedaron en estado crítico tras el incidente, Nathan Taverniti se refirió a un “aplastamiento lento y agonizante” que se convirtió en el peor desastre del país en años.
“Estuve ahí cuando ella dijo que no podía respirar y agarré la mano de uno de mis amigos”, narró Taverniti, secándose las lágrimas en un vídeo de TikTok ahora eliminado.
Después, rechazó los informes de los medios que describieron el movimiento de la multitud como una “estampida” que vio a unas 100.000 personas reunirse en Itaewon para la mayor celebración de Halloween del país desde que comenzó la pandemia.
“Fue un aplastamiento lento y agonizante. Este aplastamiento no fue causado por personas borrachas. Fue falta de planificación, fuerza policial y servicios de emergencia”, señaló Taverniti.
“Y nadie estaba dispuesto a ayudar. Observé cómo la gente filmaba, cantaba y reía mientras mis amigos morían, junto con muchas otras personas”.
“Yo estaba allí tratando de sacar a la gente porque no había suficientes policías y nadie hacía nada para frenar a la multitud”.
“Gritábamos, decíamos ‘tienen que regresar, tienen que dar la vuelta, la gente se está muriendo’, pero nadie escuchaba”.
El horrible incidente se concentró en un callejón angosto y en pendiente en Itaewon, un popular distrito de vida nocturna. Testigos y sobrevivientes describieron un caos “infernal” en el que las personas caían unas sobre otras como fichas de dominó.
Según los informes todo el distrito estaba repleto de vehículos lentos y asistentes a la celebración con disfraces de Halloween, lo que hacía imposible que los rescatistas y las ambulancias llegaran a tiempo a los atestados callejones.
Taverniti comentó que esperaron media hora para que la policía llegara, otra hora para los refuerzos e incluso más para que llegaran otros servicios de emergencia.
“Este es el tiempo que se tardó en liberar a mis amigos. Dos de mis amigos afortunadamente sobrevivieron. Pero muchos, muchos otros no sobrevivieron”, dijo, y agregó que tardó horas más en encontrar el cuerpo de su amigo muerto.
“Había personas tiradas en el suelo recibiendo RCP, no por parte de profesionales de la salud, sino de cualquier persona, quien pudiera”.
“Estoy triste. Estoy devastado por la situación que pudo haberse evitado tan fácilmente, pero nadie quiso escuchar”.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, exigió la implementación de medidas de seguridad ante grandes aglomeraciones no organizadas durante una reunión el lunes, dijo su portavoz, luego de la estampida.
El presidente también declaró a Itaewon una zona de desastre y visitó un altar conmemorativo cerca del ayuntamiento de Seúl para rendir tributo a las víctimas.
La policía anunció que estableció un grupo de trabajo de 475 miembros para investigar el aplastamiento.
El presidente Yoon declaró el domingo un periodo de luto nacional de una semana y ordenó que las banderas de los edificios gubernamentales y las oficinas públicas ondearan a media asta.