Científicos advierten que un volcán submarino frente a Oregón podría entrar en erupción pronto
La última erupción del volcán submarino Axial ocurrió hace una década, en aguas frente a la costa occidental
El volcán submarino Axial, situado a cientos de millas de la costa de Oregón y a casi 1.500 metros bajo el océano Pacífico, entró en erupción en abril de 2015. La lava expulsada cubrió más de un kilómetro del fondo marino.
Y ahora, el volcán submarino más activo del noroeste del Pacífico parece acercarse a una nueva erupción, aunque aún no se sabe con certeza cuándo ocurrirá ni qué consecuencias traerá.
“Con el tiempo, el magma que se acumula bajo la superficie provoca que el volcán se infle”, indicó William Wilcock, geofísico marino de la Universidad de Washington.
“Algunos investigadores creen que el grado de inflación podría predecir cuándo ocurrirá una erupción. Si esa hipótesis es correcta, resulta muy emocionante, ya que el volcán ha alcanzado el mismo nivel de inflación registrado antes de sus últimas tres erupciones. Eso indica que podría activarse en cualquier momento”, afirmó.
Sin embargo, los científicos aún desconocen muchos aspectos sobre los volcanes submarinos y sus procesos eruptivos, en gran medida porque se encuentran fuera del alcance visual directo.

Además de la inflación, ¿qué otras señales advierten sobre una posible erupción? Para los científicos, la clave está en la actividad sísmica. Actualmente, se registran entre 200 y 300 sismos diarios alrededor del monte Axial. En días con mayor influencia de las mareas, el número ha superado los 1.000. Según explicó Kelley, justo antes de una erupción, esa cifra podría alcanzar los 2.000 sismos por día.
“El Axial se encuentra en un estado de estrés crítico en este momento”, afirmó Maya Tolstoy, geofísica marina y decana Maggie Walker del College of the Environment en la Universidad de Washington “Durante la marea alta, el peso del océano comprime la corteza terrestre. Cuando ese peso disminuye ligeramente en la marea baja, el número de sismos aumenta”.
Tolstoy destacó que será clave determinar si estas variaciones también afectan la probabilidad de erupción al modificar la presión sobre las cámaras de magma.

Los volcanes submarinos pueden formar hábitats únicos para la vida marina. Al modificar las corrientes que transportan nutrientes hacia la superficie, atraen peces y otras especies. Las ventilas hidrotermales, donde el agua de mar se calienta por el magma y luego es expulsada, actúan como verdaderos “oasis de vida”. Además, los gases emitidos por estos volcanes ayudan a que los microbios de las profundidades sobrevivan. Sin embargo, también pueden favorecer la acidificación del océano y dañar los ecosistemas marinos.
Una futura erupción del volcán podría generar un sonido tan potente que se escucharía en vastas zonas del Pacífico. Aunque las ballenas, adaptadas a frecuencias bajas, probablemente no sufran consecuencias por la fuerte implosión, el impacto será diferente para las criaturas que habitan en las ventilas hidrotermales del monte Axial.
“En 2011, vimos cómo una de las zonas de ventilación quedó completamente cubierta por flujos de lava”, relató Kelley. “Destruyó todo. Pero lo fascinante es que, cuando regresamos tres meses después, ya encontramos animales y bacterias colonizando la zona. Son ecosistemas con una capacidad de recuperación extraordinaria”.
En cualquier erupción volcánica, el magma asciende desde las profundidades de la Tierra hacia la superficie. Durante ese trayecto, los gases disueltos en su interior forman burbujas debido a la disminución de la presión, según explica el Instituto Smithsonian. Una erupción explosiva ocurre cuando esos gases se liberan de forma repentina.
Sin embargo, en el entorno submarino, el magma se encuentra con la presión ejercida por el océano. Al entrar en contacto con el agua, sufre un cambio térmico tan brusco que se solidifica de inmediato, en un proceso conocido como quenching, o enfriamiento rápido.

El volcán submarino Axial se formó sobre un punto caliente, una zona del manto terrestre donde columnas de material fundido ascienden hacia la corteza. Como la corteza se desplaza mientras el punto caliente permanece en la misma posición, se forman cadenas de volcanes a lo largo del tiempo.
“El 75 % de toda la actividad volcánica en la Tierra ocurre en los centros de expansión del fondo oceánico”, explicó Deborah Kelley, profesora de la Universidad de Washington. “Sin embargo, nunca se ha observado directamente una erupción a lo largo de esta cadena montañosa, por lo que aún quedan muchas preguntas por responder”.
Traducción de Leticia Zampedri