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Energía renovable, la alternativa para la “oscuridad” de Venezuela

Desde el mega apagón en 2019, Venezuela ha registrado casi 295.000 fallas eléctricas en todo el país, de las cuales cerca de 25.000 han ocurrido en lo que va de 2021

Domingo Vázquez Henry
Martes, 30 de marzo de 2021 22:46 EDT
La Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como la Represa de Guri, es una de las hidroeléctricas más grande del mundo gracias a sus 10.000 MW de capacidad total instalada.
La Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como la Represa de Guri, es una de las hidroeléctricas más grande del mundo gracias a sus 10.000 MW de capacidad total instalada. (Corpoelec)

Este mes se cumplieron dos años de la ocasión en que Venezuela quedó a oscuras de manera literal. En 2019, una serie de cortes de suministro eléctrico a nivel nacional afectó 23 estados del país dejando a algunas entidades hasta siete días sin luz.“

La crisis económica, política y sanitaria, debido al COVID-19, no dejan respirar al país que este lunes volvió a presenciar fallos en su sistema de electricidad. A través de redes sociales, la población expuso una nueva falla eléctrica que mantuvo sin luz este lunes a comunidades de los estados de Zulia, Trujillo, Barinas, Mérida y Táchira.

Desde el mega apagón de 2019, el gobierno de Nicolás Maduro ha culpado de las fallas eléctricas a Estados Unidos y ataques electromagnéticos, no obstante, la oposición y expertos consideran que los problemas se deben a la falta de mantenimiento e inversión en las plantas y centrales eléctricas.

Sin embargo, y pese a la crisis que vive Venezuela, existe una alternativa para que los problemas de luz terminen: la energía renovable.

Venezuela cuenta con la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, también conocida como “Presa de Guri”, que se encuentra ubicada en el Cañón de Necuima, 100 kilómetros aguas arriba de la desembocadura del río Caroní en el Orinoco. El embalse o largo artificial formado detrás de la presa, que recibe el nombre de embalse de Guri, es uno de los más grandes de su tipo a nivel mundial.

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En la actualidad, la presa de Guri es una de las hidroeléctricas más grande del mundo gracias a sus 10.000 MW de capacidad total instalada. La planta venezolana solo es superada por el complejo binacional de Itaipú en Brasil y Paraguay y por la central hidroeléctrica Tres Gargantas, ubicada en China, cuya potencia instalada total es de 22.500 MW.

Aun con el potencial que representa, la “presa de Guri” no ha contado con los recursos para seguir sosteniendo la gran demanda de energía de Venezuela. Para comprender la importancia de esta central hidroeléctrica, basta con saber que un fallo en esta planta, causó el mega apagón en 2019.

“El sistema arrastra problemas importantes desde hace muchos años”, declaró en 2019 para el diario español El País el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, Leonardo Vera.

La falta de recursos para darle mantenimiento a la planta ha provocado que desde el 2010, la “presa de Guri” experimente diversos colapsos.

“Este es el colapso de mayor escala: no solo ha fallado Guri, sino también los sistemas alternativos”, manifestó Diego Moya-Ocampos, consultor de riesgos de la empresa IHS en charla con el medio. “Sencillamente no se está generando lo suficiente como para poder atender la demanda”.

Pese a la falta de mantenimiento, la “presa de Guri” se mantiene en pie y sigue abasteciendo—en la medida de sus limitantes—luz a gran parte de Venezuela. Sin embargo, José Aguilar, consultor de Power Generation & Risks, considera que la planta está trabajando por encima de su capacidad máxima.

“Esto es un riesgo inadmisible. En estos momentos Guri está experimentando aportes máximos históricos para la época. El borde libre es un espacio para manejar cualquier imprevisto. Si tuviéramos un apagón nacional el agua podría desbordar la represa y afectar la Casa de Máquinas”, detalló Aguilar quien tachó la situación como una “irresponsabilidad”.

Además de la presa, Venezuela cuenta a su favor con la potencia del viento. En algunas zonas del país, como la península de Paraguaná, las velocidades del viento registran los índices más altos del mundo, alcanzando 9 metros por segundo.

En 2013, con la intención de aprovechar este recurso renovable, el entonces ministro de Energía, Jesse Chacón, prometió una alternativa energética e ilusionó a la nación con el “Guri eólico”. El proyecto del Parque Eólico La Guajira ofrecía, gracias a aerogeneradores en el mar, 10.000 MW. Hasta la fecha, el proyecto sigue en proceso de construcción y no existe fecha para su inauguración.

Sumado a la energía hidroeléctrica y eólica, Venezuela puede sacar provecho de la alta irradiación solar que experimenta a lo largo del año. La instalación de paneles solares podría aligerar la carga a las demás centrales eléctricas y permitiría al país dar un paso al frente en la transición energética.

Sin la inversión necesaria, Venezuela seguirá viviendo a expensas de que un día, la “presa de Guri” llegue a su límite y experimenten un nuevo apagón como el acontecido en marzo de 2019.

De acuerdo con un reporte ofrecido por el Comité de Afectados por los Apagones, desde aquel marzo de 2019, Venezuela ha registrado casi 295.000 fallas eléctricas en todo el país, de las cuales cerca de 25.000 han ocurrido en lo que va de 2021.

Las condiciones siguen siendo las mismas: el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está absolutamente abandonado y colapsado, no se han hecho los trabajos requeridos”, externó la presidenta de dicha organización, Aixa López, en palabras recogidas por El Tiempo.

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