Por qué los recién graduados no se sienten preparados para el mundo real
Para muchos recién graduados, la vida adulta llega con más dudas que certezas

Para muchos recién graduados, la vida postuniversitaria conlleva más estrés e incertidumbre de lo esperado.
Una nueva encuesta de 2.000 recién graduados reveló que el 54 % afirmó que hablar sobre el salario con un posible empleador causa más estrés que romper con su pareja, algo que solo el 39 % consideró más estresante.
En cuanto a las tareas cotidianas de los adultos, muchos graduados se sienten poco preparados. El 52 % afirmó que declarar sus impuestos es más confuso que armar muebles. Solo el 35 % ha creado y mantenido un presupuesto con éxito, y aún menos han emitido un cheque (26 %).
Realizado por Talker Research para la aplicación bancaria Chime, el estudio destaca las realidades financieras y emocionales de la vida después de la universidad. Un significativo 71 % de los graduados subió al escenario preocupado por su próximo paso. El 42 % afirmó sentirse “muy seguro” de sus planes tras la graduación, lo que indica una incertidumbre generalizada entre los recién graduados.
En el caso de quienes se graduaron en el 2024, el 66 % afirmó que sus planes tras la graduación se desarrollaron según lo previsto.
Los graduados en el 2025 informaron sentirse más preparados mentalmente (82 %) que financieramente (63 %) para dejar atrás la universidad. Curiosamente, el género influyó en la confianza financiera: el 39 % de los hombres graduados en el 2024 se sintieron “muy preparados” financieramente, en comparación con solo el 27 % de las mujeres.
El costo también fue un factor determinante a la hora de elegir la universidad, ya que el 49 % afirmó que tuvo un “gran impacto” en su decisión. El 76 % coincidió en que su trayectoria universitaria habría sido diferente si el costo no hubiera sido un obstáculo.
En cuanto a las prioridades tras la graduación, El 47 % afirmó que conseguir un trabajo en su rama era su objetivo, mientras que el 36 % se centró en ahorrar la mayor cantidad de dinero posible. Sin embargo, el 29 % admitió que su preocupación inmediata era simplemente encontrar cualquier trabajo para cubrir los gastos básicos.
La preparación para las responsabilidades financieras varió según el nivel educativo. Los graduados de universidades de cuatro años (43 %) y programas de maestría (40 %) se sintieron más preparados para presupuestar que aquellos de programas de dos años (34 %) o escuelas de oficios (30 %). Los hombres, en general, se mostraron más seguros que las mujeres en la gestión de sus finanzas: el 58 % de los hombres se sentían preparados para presupuestar frente al 48 % de las mujeres, y el 35 % de los hombres se sentían preparados para invertir, frente a tan solo el 21 % de las mujeres.
“Lo mejor que pueden hacer los graduados para sentirse financieramente preparados es empezar por lo básico. Evalúen lo que entran, lo que salen y dónde pueden ahorrar”, afirmó Jeni Izuel, vicepresidenta de la Fundación Chime Scholars. “Incluso pequeños pasos, como configurar el depósito directo o automatizar los ahorros, pueden tener un gran impacto en su progreso financiero”.