Solos, con hambre y viviendo con el cadáver de su hermano, ¿qué pasó en la casa del horror de Texas?

“Parecía demasiado horrible para ser real”.

Estas son las únicas palabras que el alguacil del condado de Harris, Ed González, pudo usar el miércoles para resumir los horrores inesperados que sus agentes encontraron hace tres días.

Dentro de un apartamento en City Parc II en West Oaks Apartments, cuyo sitio web promete una "vida incomparable" en un "entorno de hermosos paisajes", tres niños inocentes vivían en condiciones "indescriptibles".

Moscas y cucarachas pululaban por la unidad, las alfombras estaban sucias, no había ni un solo mueble y los niños se vieron obligados a dormir en el suelo sin ropa de cama.

Los tres hermanos, de 15, nueve y siete años, estaban desnutridos, habían sufrido abusos físicos y no habían ido a la escuela en más de un año.

Los dos más jóvenes habían sido encerrados dentro del apartamento, se les prohibió salir (presumiblemente para que nadie alertara a las autoridades sobre el hecho de que estaban solos).

El mayor salía de la casa para recoger comida para sus hermanos de los amables vecinos que se compadecían de él y lo dejaban cargar su teléfono cuando se cortaba la luz.

Esto por sí solo era suficiente para justificar el apodo de "la casa del horror", y para que los agentes involucrados la describieran como “el incidente más perturbador en el que han trabajado en toda su carrera policial”.

Pero en el interior se hizo un descubrimiento aún más desgarrador.

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Los tres niños vivían con los restos óseos de su hermano de ocho años que, según se dice, fue brutalmente golpeado hasta la muerte por el novio de su madre cerca del Día de Acción de Gracias el año pasado.

Según los relatos de los niños sobrevivientes escuchados en el tribunal el miércoles, Brian Coulter golpeó y pateó a su hermano Kendrick Lee hasta que dejó de moverse.

Luego le cubrieron el cuerpo con una manta y lo dejaron pudrirse durante los siguientes 11 meses.

Mientras tanto, Coulter y la madre de los cuatro hijos, Gloria Williams, supuestamente se mudaron a otro apartamento lejos del cadáver en descomposición del niño asesinado, y dejaron a los menores sobrevivientes por su cuenta.

Es un caso que ha causado conmoción en todo el país a medida que continúan saliendo a la luz nuevos detalles sobre la tortuosa existencia de los niños.

El martes, Coulter fue acusado del asesinato de Kendrick y Williams fue acusada de herir a un niño por omisión y de manipulación de un cadáver humano.

Pero al mismo tiempo que los miembros de la comunidad, las fuerzas del orden público y los vecinos se preguntan cómo alguien puede tratar a unos niños de la manera en que presuntamente se les trató, surge otra pregunta clave: ¿cómo permitimos que sucediera esto?

Los Servicios de Protección Infantil ya conocían a la familia. Ninguno de los menores había ido a la escuela desde mayo de 2020. Y los vecinos del concurrido complejo de apartamentos de 192 unidades habían informado de un olor fétido y habían estado alimentando al hambriento joven de 15 años.

Pero, de alguna manera, los niños y su horrible existencia lograron pasar desapercibidos.

El miércoles salieron a la luz nuevos y horribles detalles del presunto asesinato del niño de ocho años durante la comparecencia inicial de Williams ante el tribunal.

El tribunal escuchó los desgarradores relatos de primera mano de los dos niños más pequeños, pues presuntamente presenciaron el asesinato de su hermano en noviembre pasado.

Ambos le habían dicho a los investigadores que estaban en la habitación cuando Coulter golpeó y pateó repetidamente a Kendrick hasta matarlo.

'El niño de nueve años declaró que vio al hombre de 31 años golper a su hermano en la cara, los pies, las piernas, la espalda, los testículos y las nalgas, y que siguió haciéndolo incluso después de que el menor dejó de moverse y “dejó de parpadear”.

Su hermano de siete años contó que Coulter presuntamente lo miró a los ojos mientras atacaba violentamente a Kendrick, quien estaba inmóvil en el suelo.

Coulter luego cubrió a su hermano, cuyos ojos estaban negros y sin parpadear por la golpiza, con una manta, contaron.

El tribunal escuchó cómo el niño de nueve años le mencionó a los oficiales que su madre lloró cuando vio lo que había sucedido y ella y Coulter se pelearon.

Los dos niños pequeños describieron con escalofriantes detalles cómo vieron que se descomponía el cuerpo de su hermano, y el niño de nueve años comentó que su "cuerpo era un esqueleto y se le caía el pelo", mientras que el niño de siete años relató que se asomó debajo de la manta y vio a Kendrick "cubierto de cucarachas".

El menor de 15 años reveló a los investigadores que no estuvo presente durante el asesinato de Kendrick, sino que encontró su cuerpo en la casa aproximadamente una semana antes del Día de Acción de Gracias.

El domingo, Williams dijo a los investigadores que en noviembre pasado vio a su novio golpeando a Kendrick y lo detuvo, según lo declarado ante el tribunal.

Afirmó que entró en el dormitorio a la mañana siguiente y encontró a su hijo muerto y cubierto con una manta.

Williams declaró a los investigadores que confrontó a Coulter, quien le dijo que lo sentía, que había perdido el control y que había golpeado repetidamente a su hijo "hasta que se quedó dormido".

Señaló que sabía que su hijo había muerto, pero no informó de su muerte porque Coulter le pidió que no lo hiciera y temía que le quitaran a sus hijos y la enviaran a prisión.

Los funcionarios manifestaron en una conferencia de prensa el miércoles que Coulter asesinó al niño en algún momento entre el 20 y el 29 de noviembre.

El presunto asesinato no fue una instancia única del maltrato que los niños sufrieron a manos de Coulter, según las fuerzas del orden y los relatos de los niños sobrevivientes.

El menor de 15 años dijo a los oficiales que Coulter a menudo encerraba a sus hermanos menores en un dormitorio y que él podía escuchar que los golpeaba, según se declaró ante el tribunal el miércoles.

Cuando el adolescente se quejó con su madre, él asegura que nada cambió.

El sargento Denis Wolfford manifestó el miércoles que Coulter había maltratado a los hijos de su novia "constantemente" desde que comenzó a salir con ella hace unos años.

"Este es un caso de libro de texto de una persona que maltrata niños", expuso.

El maltrato continuó incluso después del asesinato de Kendrick y después de que Williams y Coulter se mudaran del apartamento, señalaron las autoridades.

Hace solo tres semanas, el niño de nueve años sufrió una lesión en la mandíbula presuntamente causada por Coulter durante una de las pocas veces en las que los adultos estuvieron en contacto con los niños en los últimos meses.

El niño pequeño ahora debe someterse a una cirugía debido a la lesión, informó la policía.

El alguacil del condado de Harris, Ed González, declaró en la conferencia de prensa que "no había evidencia" de que Williams también fuera víctima de maltrato por parte de su novio.

Pero en lugar de informar la muerte de su hijo, Williams presuntamente se mudó del apartamento, lejos de su cadáver en descomposición, para establecer un nuevo hogar con su presunto asesino.

Las autoridades revelaron que la pareja se mudó a una propiedad que está a unos 25 minutos en auto, aproximadamente cinco o seis meses después de la muerte de Kendrick.

Williams parece haberse casado con el presunto asesino de su hijo poco tiempo después.

El 18 de junio ella cambió su estado de Facebook a “casada”.

También agregó una nueva foto de portada de sí misma con Coulter y una nueva foto de perfil de dos de sus hijos.

Se cree que la mujer de 35 años tiene al menos seis hijos, y los otros dos no vivían con ella en el momento de la muerte de Kendrick.

Los cuatro niños que vivían en el apartamento tienen dos padres distintos, uno de los cuales se cree que está muerto, y el otro no participa en la vida de sus hijos, expusieron las autoridades.

Si bien Coulter presuntamente maltrataba y dejaba sin comer a los hijos de su novia, intentó presentar una imagen algo diferente en las redes sociales.

El hombre de 31 años mostró repetidamente platos llenos de comida y se jactaba de que "la familia antes que todo" en su página de Instagram.

En otras publicaciones, se le ve mostrando cadenas de diamantes y joyas, usando la n word y publicando repetidamente con el acrónimo "FOE": "Family Over Everything" (la familia antes que todo).

También publicó varios videos extraños de él divagando ante la cámara, a menudo dentro de una casa o en un automóvil.

En varias publicaciones, Coulter mostró platos de comida, todo mientras presuntamente dejaba sin comer a los hijos de su novia.

En una foto, publicada en septiembre de 2020, Coulter compartió una foto de un enorme sartén lleno de espaguetis y carne picada con salsa.

Él subtituló la imagen: "FAMILIA ANTES QUE TODO, comemos bien, si eres parte de la familia (la marca/movimiento), vamos a disfrutar de toda esta olla hecha con amor. FAMILIA ANTES QUE TODO, ¡TODO EL DÍA, TODOS LOS DÍAS!".

El 14 de febrero, tres meses después de la muerte de Kendrick, publicó un video en Instagram en el que se jactaba de haber comido "el mejor bistec que he probado en mi vida" y le decía a la cámara que en prisión se comen algunos de los mejores bisteces.

Se ve a Coulter mostrando un plato lleno de bistec, puré y verduras junto a una copa de vino rosado.

Se ve a Williams de fondo en un momento dado y se les escucha a ambos gritando a otra persona fuera de cámara, antes de que un adolescente entre brevemente en la toma.

“No te acerques sigilosamente así. Sabes que veré a ese negro”, advierte Coulter.

“Sabes que sí. Lo veo todo”.

En varias publicaciones, Coulter se refiere a "FOE" o "Family Over Everything" en los subtítulos y el hombre de 31 años tiene la frase tatuada en el brazo.

Una búsqueda de registros realizada por The Independent también descubrió que Coulter registró ocho negocios ficticios en 2017, todos denominados con variaciones de "FOE" o "FOE Productions".

Un portavoz de la familia de Coulter le mencionó a The Independent el miércoles que el joven de 31 años ha estado separado de ellos durante varios años y que no conocían a ninguno de los niños por los cuales se le acusa de maltrato.

“Estamos profundamente tristes por los eventos que han ocurrido. No es así como criamos a nuestro hijo”, aseguró la familia en un comunicado.

“Nuestros corazones y oraciones están con esos valientes niños”.

“No conocíamos a los niños involucrados, pero estamos orando por el alma de los niños que fallecieron, de los demás hermanos, de su familia y de todos los afectados por esta horrible tragedia”.

La familia agregó: “Nuestra relación con Brian ha sido distante durante años”.

Antes de la impactante revelación del domingo, ni Coulter ni Williams parecen haber tenido muchos problemas con la ley.

El único roce de Williams con la ley fue un cargo de falsificación en 2006 que luego fue desestimado, mientras que Coulter ha tenido una serie de infracciones de tránsito, como exceso de velocidad.

Pero las señales de advertencia del presunto maltrato parecen haber estado ahí.

Una vecina de al lado le dijo a ABC13 que notó un olor nauseabundo proveniente del apartamento unos cuatro o cinco meses después de que ella se mudó ahí, hace unos 18 meses.

Dijo que lo informó a la oficina principal del complejo en más de una ocasión, pero no hicieron nada al respecto.

El olor se hizo tan insoportable, dijo, que ella apagaba el aire acondicionado para tratar de evitar que entrara.

El moderno complejo en 3530 Green Crest Drive cuenta con 192 apartamentos de dos y tres habitaciones, y cuenta con varios servicios compartidos que incluyen una piscina, un gimnasio, un centro de negocios y mantenimiento de emergencia las 24 horas.

Según su sitio web, los residentes "tienen acceso exclusivo inmediato a millas y millas de senderos para caminar y andar en bicicleta, pueden relajarse en el patio al lado de la piscina, o mantenerse en forma con la ayuda de nuestro gimnasio".

Es un complejo para residentes con ingresos restringidos que tengan un ingreso familiar máximo por hogar de cinco integrantes de US$51.360.

No está claro cuándo la administración de la propiedad realizó la última inspección en el apartamento.

Cuando se le contactó por teléfono, el complejo de apartamentos se negó a responder las preguntas de The Independent .

Parece que algunos vecinos habían notado que las cosas no iban bien en casa.

El alguacil González mencionó que Williams estaba "enviando algo de comida a través de un servicio de entrega, o coordinando para que la entregaran de manera rutinaria" para los niños, pero que ellos estaban "muy delgados" y "desnutridos".

Algunos vecinos han dicho que le daban comida al menor de 15 años, pero no sabían que había otros dos niños viviendo allí, ni los restos humanos de otro menor.

La vecina Erica Chapman le contó a ABC13 que comenzó a darle comida al adolescente hace unos seis meses, ya que notó que la madre rara vez estaba allí.

Otro vecino señaló que también le había dado comida al menor y que le había dejado cargar su teléfono después de que cortaron la electricidad en su casa.

Ninguno de los vecinos informó a las autoridades de lo que estaba sucediendo, y alegaron que no estaban al tanto de la horrible situación que existía dentro del hogar.

Pero también salió a la luz que las autoridades ya habían estado en contacto con la familia.

El Departamento de Servicios para la Familia y de Protección de Texas, que ahora ha tomado la custodia de emergencia de los niños sobrevivientes, ha dicho que conocían a la familia, pero que no había una investigación activa en el momento en que fueron encontrados.

Del mismo modo, Williams y sus hijos también eran conocidos en el Distrito Escolar Independiente de Alief por faltar a la escuela.

Un portavoz del distrito le explicó a The Independent el martes que sus últimos registros de los niños inscritos en el distrito fueron hace 17 meses, en mayo de 2020, cuando terminó el año escolar 2020.

Antes de esto, la madre de los niños recibió una notificación de absentismo escolar en su contra después de que dos de sus hijos no se presentaran a la escuela.

Un portavoz expuso que el distrito presentó dos casos de absentismo escolar, uno en noviembre de 2019 y otro en marzo de 2020, pero no fueron procesados por la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Harris.

La escuela también intentó una visita domiciliaria infructuosa en septiembre de 2020, aseguraron.

Sin embargo, a pesar de todas las señales de advertencia, la pesadilla que estaba ocurriendo dentro del apartamento de Texas solo salió a la luz porque el valiente niño de 15 años se armó de valor para llamar al 911 el domingo por la tarde.

Para ese momento, un niño inocente de ocho años ya estaba muerto y sus tres hermanos marcados por años de maltratos y el recuerdo de verlo descomponerse ante sus ojos.