Thomas Blant: Expolicía pedófilo libra la cárcel
Se desempeñaba como alguacil en la policía de Kent cuando cometió los delitos
Un exoficial de policía que vio imágenes de abuso sexual infantil mientras se desempeñaba como agente de policía en Kent se salvó de la cárcel.
Thomas Blant, de 38 años, fue arrestado después de que la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) descubriera que había accedido a material ilegal y trató de ocultar su actividad.
La NCA calificó su ofensa como un “abuso de la confianza escandaloso”, mientras el asesinato de Sarah Everard impulsa el escrutinio de los procesos de investigación y monitoreo contra la policía.
Los investigadores encontraron 21 imágenes indecentes de niños, incluida la categoría más grave, en la computadora portátil de Blant y un viejo teléfono móvil en su casa en Wye.
La NCA dijo que Blant había intentado ocultar su actividad y eliminar las imágenes utilizando la red Tor, misma que permite la navegación anónima y el acceso a la dark web, así como una aplicación de limpieza de computadoras.
"Blant trabajaba como agente de policía de Kent en el momento de su infracción", agregó un portavoz. "Fue suspendido de sus funciones en su arresto inicial y desde entonces ha sido destituido de la fuerza", añadió.
Se declaró culpable de dos cargos de imágenes indecentes de niños en el Tribunal de Magistrados de Folkestone.
El miércoles, un juez le impuso una sentencia de prisión de 12 meses suspendida por dos años, lo que significa que no será encarcelado a menos que cometa más delitos o infrinja las condiciones en ese período.
También fue sentenciado a una Orden de Prevención de Daños Sexuales de cinco años y colocado en el registro de delincuentes sexuales durante 10 años.
Martin Ludlow, de la NCA, dijo: “La ofensa de Blant es un abuso escandaloso de la confianza.
“Su papel como oficial de policía era proteger al público. En cambio, buscó imágenes de abuso infantil para su propia gratificación sexual. Los delincuentes que ven este tipo de material en línea solo alientan a quienes estén dispuestos a abusar sexualmente de los niños en el mundo real”, añadió Ludlow.
El detective superintendente Jon Armory, el jefe de estándares profesionales de la policía de Kent, calificó el crimen de Blant de “abominable”.
“Sus acciones ayudaron a alimentar la demanda de explotación infantil, lo cual es una completa traición a su deber de proteger a los vulnerables”, agregó.
“Blant fue suspendido de nuestra fuerza tan pronto como se recibieron las denuncias por primera vez y apoyamos plenamente a nuestros colegas de la NCA en su investigación criminal. Tan pronto como admitió los delitos en los tribunales, avanzamos con el proceso de casos especiales que llevaron a su destitución el 17 de agosto”, explicó el detective superintendente Jon Armory.
“La gran mayoría de nuestros oficiales y personal hacen un trabajo sobresaliente sirviendo al público de acuerdo con los más altos estándares de profesionalismo y conducta, y no esperamos menos de ellos. Aquellos que se quedan cortos se enfrentarán al escrutinio", agregó el también jefe de estándares profesionales de la policía de Kent.
La policía de Kent no respondió a las preguntas de The Independent sobre cómo Blant pasó los procesos de investigación y cómo su comportamiento no fue identificado internamente, antes de la investigación de la NCA.
La fuerza está actualmente bajo investigación por parte del organismo de control de la policía por su manejo de un incidente de exposición indecente que involucró a Wayne Couzens antes de que asesinara a Sarah Everard.
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La policía de Kent no tomó más medidas luego de un informe en 2015 de un hombre, ahora conocido como Couzens, conduciendo desnudo de cintura para abajo.
Couzens no fue identificado como sospechoso, pero los controles del vehículo utilizado podrían haber establecido que era su dueño.
La Oficina Independiente de Conducta Policial dijo que estaba analizando si "se siguieron las políticas y procedimientos" y cómo la respuesta pudo haber afectado la capacidad de Couzens para seguir siendo un oficial de policía y transferirse a la Policía Metropolitana desde la Policía Nuclear Civil en 2018.