Exfuncionario de la FDA afirma que 25 millones de niños ya podrían haber tenido COVID-19
Scott Gottlieb reveló que hay un importante subregistro de los contagios en los niños
El ex jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) asegura que 25 millones de niños ya podrían haber tenido COVID-19 en los Estados Unidos.
El doctor Scott Gottlieb, comisionado de la FDA entre 2017 y 2019, apareció en Face The Nation, de CBS, para promocionar su nuevo libro Propagación descontrolada: por qué COVID-19 aplastó a Estados Unidos y cómo podemos derrotar la próxima pandemia.
La entrevista comenzó con el anfitrión Major Garret preguntándole sobre cuántos niños habían sido infectados con la variante Delta del coronavirus y la cantidad de pruebas que se estaban realizando.
Gottlieb declaró que el número oficial de casos de niños que informaron tener COVID-19 fue de 4.2 millones antes de decir que el número real probablemente era mucho mayor debido a la falta de pruebas.
Los niños tienen menos probabilidades que los adultos de mostrar síntomas cuando están infectados y en el pico de la enfermedad.
Le dijo al programa: “Hay 50 millones de niños en edad escolar. Hemos diagnosticado poco más de cuatro millones [de casos]. Cerca de ocho millones se han vacunado. Entonces, la pregunta es ¿cuántos niños en general han estado expuestos a este virus y han desarrollado algún nivel de inmunidad?".
“Podría ser tan alto como 25 millones o más cuando empiece a hacer los cálculos alrededor de los 4.2 millones que se sabe que han sido infectados. Ciertamente estamos diagnosticando menos de uno de cada cuatro casos”, dijo Gottlieb.
“Estamos haciendo menos pruebas de rutina en los niños. Los niños contraen enfermedades más leves en general. Por lo tanto, no se presentan a sus pediatras para recibir pruebas”, continuó. "Pero la tasa en este momento puede ser incluso menor con esta variante de Delta".
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Gottlieb advirtió sobre los problemas planteados por la reapertura de las escuelas sin ninguna medida para reducir la propagación.
“A medida que las escuelas vuelvan a abrir, las escuelas podrían convertirse en puntos focales de transmisión comunitaria y pueden convertirse en entornos que no son seguros para los niños si no podemos controlar que ocurran brotes muy grandes en esos entornos”, añadió en el programa.
Gottlieb recomendó una combinación de uso de cubrebocas y pruebas regulares para garantizar que las aulas sean seguras después del periodo de vacaciones de verano.