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Gobierno de EEUU solía ser un socio estable para organizaciones sin fines de lucro. Eso ha cambiado

Thalia Beaty
Martes, 22 de julio de 2025 14:57 EDT
EEUU FILANTROPIA
EEUU FILANTROPIA (AP)

Dawn Price firma cheques de alquiler por un total aproximado de 160.000 dólares mensuales para 79 personas a las que su organización sin fines de lucro ayuda a alojar en Laguna Beach, California.

Normalmente, inicia sesión en un portal en línea para retirar lo suficiente de una cuenta financiada por una subvención de la agencia federal de vivienda. Pero en febrero, no pudo hacerlo. El acceso le fue suspendido temporalmente a muchas organizaciones de vivienda como parte de los recortes y la congelación de fondos del gobierno de Trump.

“Ese fue un enorme cambio para nosotros, que esos dólares estuvieran en riesgo tan inmediatamente”, declaró Price, directora ejecutiva de Friendship Shelter (Refugio Amistad), que comenzó en 1987 como una organización comunitaria. El acceso se restableció al final, pero el episodio tuvo consecuencias.

“El gobierno suele actuar con lentitud, y creo que lo que nos desconcertó al principio fue que el gobierno actuaba realmente rápido”, agregó.

En los primeros días de su segundo mandato, el presidente Donald Trump congeló, recortó o amenazó con recortar una amplia gama de programas de servicios sociales, desde seguridad pública hasta educación infantil temprana, asistencia alimentaria y servicios para el reasentamiento de refugiados. Los recortes de personal en las agencias federales también han contribuido a retrasos e incertidumbre en torno a futuras subvenciones. En conjunto, sus políticas están a punto de trastocar décadas de alianzas que el gobierno federal ha construido con organizaciones sin fines de lucro para ayudar a la gente en sus comunidades.

Este vasto e interconectado conjunto de programas financiados por los contribuyentes ha sido desmantelado significativamente en apenas unos meses, dicen líderes de organizaciones sin fines de lucro, investigadores y financiadores. Y todavía es posible que sucedan recortes más profundos y permanentes. Esa incertidumbre también afecta a su personal y a las comunidades, manifestaron los líderes.

En respuesta a preguntas sobre los recortes a las subvenciones, Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca, afirmó: “En lugar de una generosidad gubernamental que a menudo está plagada de corrupción, despilfarro, fraude y abuso, el gobierno de Trump se enfoca en impulsar el resurgimiento económico de Estados Unidos para impulsar la generosidad individual de los estadounidenses”.

Señaló una nueva deducción por donaciones caritativas incluida en la ley de impuestos y gastos recientemente aprobada, que, destacó, fomenta el “altruismo innato” de los estadounidenses.

Pero los expertos sostienen que las donaciones privadas no serán suficientes para cubrir las necesidades.

En 2021, se otorgaron 267.000 millones de dólares a organizaciones sin fines de lucro por parte de todos los niveles de gobierno, según un análisis publicado en febrero por el Urban Institute (Instituto Urbano), una organización de investigación sin fines de lucro que impulsa el cambio social mediante evidencia y soluciones para mejorar vidas y comunidades. Si bien los datos incluyen organizaciones exentas de impuestos como bancos de alimentos locales, así como universidades y hospitales sin fines de lucro, subestiman la financiación total que las organizaciones sin fines de lucro reciben del gobierno. Incluyen las subvenciones, pero no los contratos de servicios ni los reembolsos de programas como Medicare. También excluyen a las organizaciones sin fines de lucro más pequeñas, que presentan un formulario de impuestos diferente y abreviado.

No obstante, la cifra da una idea de la magnitud de la relación histórica —y, hasta ahora, sólida— entre el sector público y las organizaciones sin fines de lucro a lo largo de los últimos 50 años. Ahora, este sistema está en riesgo, y líderes como Price dicen que el precio de desmantelarlo será “catastrófico”.

La financiación del gobierno a organizaciones sin fines de lucro tiene un amplio alcance

El análisis del Urban Institute muestra que más de la mitad de las organizaciones sin fines de lucro en cada estado recibieron subvenciones gubernamentales en 2021.

En la gran mayoría del país, una organización sin fines de lucro típica tendría un déficit sin financiación gubernamental. Solo en dos distritos del Congreso —uno que incluye partes del Condado de Orange, en California, y otro en los suburbios al oeste de Atlanta— una organización sin fines de lucro típica no estaría en números rojos si perdiera toda su financiación pública, encontró el análisis.

Sin embargo, en el Condado de Orange —famoso por sus impresionantes playas, sus mansiones y su extraordinaria riqueza— los financiadores, las organizaciones sin fines de lucro y los investigadores mencionaron que el hallazgo les sorprendió. Esto se debe en parte a las enormes desigualdades económicas del condado y a su elevado costo de vida.

Taryn Palumbo, directora ejecutiva de Orange County Grantmakers (Otorgantes de Subvenciones del Condado de Orange), indicó que las organizaciones sin fines de lucro no son tan optimistas sobre su resiliencia.

“Están viendo que sus presupuestos se recortan entre un 50% o un 40%”, sostuvo. “O ahora tienen que ver cómo reestructurar los programas que gestionan, o cómo prestan servicios o la cantidad de personas a las que prestan servicios”.

El año pasado, la Fundación Samueli local encargó un estudio sobre las necesidades de las organizaciones sin fines de lucro, en parte porque ellos aumentaban significativamente sus subvenciones —de 18,8 millones de dólares en 2022 a un estimado de 125 millones de dólares en 2025.

Encontraron que las organizaciones sin fines de lucro locales reportaron problemas para mantener a su personal, una profunda falta de inversión en sus operaciones y una escasez de fondos de reserva flexibles.

Como respuesta, la fundación abrió convocatorias tanto para subvenciones sin restricciones como para apoyar inversiones en edificios o terrenos. Frente a los 10 millones de dólares potencialmente disponibles, recibieron 1.242 solicitudes por más de 250 millones, informó Lindsey Spindle, presidenta de la fundación.

“Pinta un panorama muy crudo de lo increíblemente profunda y amplia que es la necesidad existente”, agregó ella. “No hay un sola parte del sector (de organizaciones) sin fines de lucro que no dependa de estos fondos. Cada tema que se te ocurra: pobreza, bienestar animal, arte y cultura, derechos civiles, violencia doméstica... Nos dicen claramente que están luchando por mantenerse con vida”.

Las organizaciones benéficas han desempeñado un papel especial en Estados Unidos

Una de las historias fundacionales de Estados Unidos es la importancia del sector voluntario, de los vecinos que ayudan a sus vecinos y de las personas que resuelven problemas sociales. Mientras que otras democracias liberales construyeron estados de bienestar sólidos, Estados Unidos ha preferido recurrir al sector de la beneficencia para proporcionar una parte sustancial de los servicios sociales.

Desde la década de 1960, el gobierno federal ha financiado en gran medida estos servicios sociales mediante donaciones a organizaciones sin fines de lucro, universidades, hospitales y empresas. Varias políticas nuevas convergieron en esa época para crear este sistema, incluida la expansión del impuesto federal sobre la renta durante la Segunda Guerra Mundial y la codificación de las organizaciones benéficas exentas de impuestos en 1954. Luego, los gobiernos de Kennedy y de Johnson comenzaron a financiar a las organizaciones sin fines de lucro directamente con fondos federales como parte de los programas de renovación urbana y de la llamada Gran Sociedad —una serie de reformas sociales, económicas y legislativas impulsadas por Johnson para reducir la pobreza, combatir la desigualdad racial y mejorar la calidad de vida en Estados Unidos.

“Fue un enfoque clave del liberalismo de mediados de siglo para abordar los problemas de la pobreza, y medio hacer referencia a los derechos civiles y la desigualdad racial, pero sin aumentar el tamaño del gobierno”, explicó Claire Dunning, profesora adjunta de políticas públicas en la Universidad de Maryland, College Park. Los conservadores también tendieron a apoyar la colaboración a través de organizaciones locales, privadas y sin fines de lucro, aunque por razones diferentes a las de los liberales, agregó.

Con diversas expansiones y recortes durante diferentes presidencias, el gobierno federal ha continuado su financiación a las organizaciones sin fines de lucro a niveles significativos, esencialmente ocultando al gobierno a simple vista, expuso Dunning. El tamaño y la importancia del aparato sin fines de lucro se hicieron evidentes repentinamente en enero, cuando el gobierno de Trump intentó congelar las subvenciones y préstamos federales.

Dunning añadió que la velocidad, la hostilidad y la magnitud de los recortes propuestos rompieron con el largo legado de apoyo bipartidista a las organizaciones sin fines de lucro.

“La gente no tenía idea de que la información o los servicios de salud pública que reciben, su programa de ‘Meals on Wheels’ (comidas a domicilio), su programa de tutoría extraescolar y la limpieza del parque local eran posibles, en realidad, mediante dinero de fondos públicos del gobierno”, dijo.

Una coalición de organizaciones sin fines de lucro impugnó la congelación en un caso que aún está en curso, pero en los seis meses que han transcurrido desde entonces, el gobierno ha recortado, pausado o descontinuado una amplia gama de programas y subvenciones. Los impactos de algunos de estos cambios se han sentido inmediatamente, pero muchos no se materializarán hasta que se agoten los fondos actuales de las subvenciones, lo que podría ocurrir en meses o años, según cada programa.

Las donaciones privadas no pueden reemplazar el apoyo gubernamental

El Friendship Shelter, en Laguna Beach, tiene un presupuesto anual de aproximadamente 15 millones de dólares, de los cuales 11,5 millones provienen de fuentes gubernamentales. Price reportó que la financiación gubernamental está “entrelazada” de maneras complejas para albergar y apoyar a 330 personas. Ya perdieron una subvención de reembolso de alquiler del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Pero la Fundación Samueli intervino para compensar esos fondos perdidos durante tres años.

Ese tipo de apoyo es extremadamente inusual, agregó.

“No conocemos ninguna respuesta filantrópica privada a gran escala para mantener a las personas en una vivienda, porque es un compromiso permanente”, manifestó Price. “Esa persona está en una vivienda y va a necesitar el subsidio por el resto de su vida. Se trata de personas con discapacidades graves con múltiples problemas que enfrentan y para los que necesitan ayuda”.

También cree que incluso en un lugar adinerado como el Condado de Orange, no se puede esperar que los donantes aumenten su apoyo cinco, seis u ocho veces más de lo que donan actualmente. Los donantes ya subsidian sus subvenciones gubernamentales, que, refirió ella, cubren el 69% de los costos reales del programa.

“Estamos brindando este servicio a nuestro gobierno con pérdida, con una pérdida comercial, y luego compensamos esa pérdida con dinero de Medicaid y también con la recaudación de fondos privada”, añadió.

Reportó que su organización ha hablado sobre la posibilidad de que las personas dejen sus viviendas y vuelvan a la calle si los fondos gubernamentales son reducidos aún más.

“Esa sería, pienso yo, una señal de que algo está muy, muy mal en la forma en que abordamos estos problemas”, dijo Price, y agregó: “Si tuviera que apostar, apostaría que el gobierno todavía conserva lo suficiente de bueno como para evitar que eso ocurra”.

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La cobertura de la Associated Press de temas filantrópicos y organizaciones sin fines de lucro cuenta con apoyo de The Conversation US, con fondos de la Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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