Ron DeSantis quiere expandir la ley “No Digas Gay” a todos los grados escolares
El gobernador de Florida quiere prohibir la discusión sobre orientación sexual e identidad de género no solo en escuelas primarias, también en educación media y secundaria
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, está planeando ampliar a todos los grados escolares la polémica ley “Don’t Say Gay” (“No Digas Gay”), la cual prohíbe el debate sobre los temas de orientación sexual e identidad de género.
La ideología conservadora de DeSantis pretende arribar no solo a las escuelas primarias, donde ya está establecido; sino también en educación media y secundaria. Algunos analistas creen que es parte de su agenda política con miras hacia las elecciones presidenciales de 2024.
Cabe mencionar que, esta iniciativa a modo, no necesita ser aprobada por el Poder Legislativo y está programada para votarse en el mes de abril en el Consejo de Educación del Estado y a propuesta del Departamento de Educación Estatal; ambas instituciones lideradas por funcionarios allegados a DeSantis.
Las modificaciones a esta norma establecen que se prohibirá las lecciones sobre orientación sexual e identidad de género de cuarto a duodécimo grado. Solo serán impartidas si lo requieren las normas estatales existentes e, inclusive, si es parte de las clases de salud sexual y reproductiva. Estas últimas clases son opcionales.
DeSantis, emulando al expresidente de EEUU, Donald Trump, apoya las divisiones culturales y pretende llegar a la Casa Blanca promoviendo una agenda conservadora que, según él, podría traducirse en miles o millones de votos para el Partido Republicano.
Políticas que promueven la intolerancia
Lo cierto es que, las políticas conservadoras podrían acarrear problemas mucho más complejos a las infancias estadounidenses. De acuerdo con la organización The Trevor Project, las generaciones de jóvenes LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales o Queer) están saliendo a edades más tempranas del clóset, es decir, están definiendo su orientación sexual e identidad de género a corta edad; lo que potencialmente los pone en mayor riesgo de victimización en un momento en el que pueden estar menos equipados para manejarlo.
Una encuesta realizada en 2021 por este organismo detalló que, la muestra sondeada que tenían entre 13 y 17 años salieron, en promedio, a los 13 años del armario; en comparación con los jóvenes LGBTQ de 18 a 24 años que salieron, en promedio, a los 16 años.
“Los jóvenes LGBTQ que salieron antes de los 13 años habían aumentado las probabilidades de suicidio. Más de la mitad de los jóvenes LGBTQ que salieron antes de los 13 años (56%) consideraron seriamente suicidarse en el año 2020, en comparación con el 42 % de los jóvenes que salieron más tarde”, refirió el estudio.
The Trevor Project informó que los jóvenes LGBTQ que hablaron sobre su orientación sexual antes de los 13 años representaron tasas más altas de victimización debido a su orientación sexual o identidad de género. “Casi la mitad (46%) de los jóvenes LGBTQ que salieron antes de los 13 años informaron que habían sido amenazados o dañados físicamente debido a su orientación sexual o identidad de género”, detalló.
Por si fuera poco, los jóvenes LGBTQ en las escuelas de enseñanza media reportan tasas más altas de acoso incluso en comparación con los jóvenes LGBTQ en la escuela secundaria y/o preparatoria.