Menor asesinado en masacre de Texas montaba bicicleta con hijo del atacante
La persona que perpetró la matanza fue identificado como Francisco Oropesa, de 38 años de edad, y es de origen mexicano
El pasado 28 de abril, un hombre de 38 años de edad de origen mexico, identificado como Francisco Oropesa, estaba practicando tiro en su jardín trasero con un rifle AR-15. Uno de sus vecinos le sugirió cesar el fuego porque intentaba dormir a su hijo. El hombre armado hizo caso omiso y, minutos después, irrumpió en la casa del habitante contiguo y disparó a todos los presentes.
Así inició el terror en Cleveland, un pueblo ubicado en el condado de San Jacinto, al norte de Houston, Texas. El hombre en cuestión accionó sus armas alrededor de las 23:30 horas (tiempo local).
Actualmente, la oficina del FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) en Houston, ofrece una recompensa de hasta 80.000 dólares para todo aquel que ofrezca información que conduzca a la aprehensión de Oropesa. Hasta el momento, el sospechoso permanece en estatus de “fugitivo”, y es considerado por las autoridades como “armado y peligroso”.
“Era cariñoso con sus hermanos”
Tras estos hechos, se han conocido detalles acerca de la familia, en específico de Daniel Enrique Laso, de ocho años, quien solía viajar en bicicleta con el hijo del presunto asesino, para alcanzar la parada del autobús escolar. Cabe mencionar que Laso, al igual que otras cuatro personas, perdieron la vida supuestamente a manos de Oropesa.
Ramiro Guzmán, confirmó a NBC News que su sobrino “siempre iba en bicicleta hasta donde lo recogía el autobús escolar” y “a veces iban juntos”, haciendo referencia a Laso y el vástago de Oropesa. Y agregó: “Eran amigos. Y él lo mato”, dijo en alusión al presunto asesino.
De acuerdo con Guzmán, Laso llegó a EEUU cuando apenas tenía tres años de edad “para tener un futuro mejor”. Y lamentó su deceso porque “era un niño magnífico”. Las declaraciones fueron más dramáticas, cuando el familiar dijo que salió de su escondite después del ataque de Oropesa, y se percató que su sobrino seguía vivo.
“Pensé que sobreviviría. Se retorcía en el suelo y dije: ‘¡Sigue vivo!’”. Minutos más tarde, murió en el lugar.
Al final de su entrevista, Guzmán reiteró que Daniel Enrique siempre fue muy “cariñoso con sus hermanos y con todo el mundo”.