China formará astronautas extranjeros para su puesto orbital
China anuncia que ofrecerá instrucción a astronautas extranjeros para viajar a su recién completada estación espacial
China comenzará pronto la formación de astronautas extranjeros para viajar a su recién completada estación espacial.
El programa espacial chino, que es desde hace tiempo una fuente de orgullo nacional y un símbolo de progreso tecnológico, adoptará un nuevo carácter diplomático y político de forma similar a los programas estadounidense y de la antigua Unión Soviética.
Varios países han pedido viajar a la estación Tiangong, indicó Chen Shanguang, funcionario del programa, en una entrevista con la televisora estatal CCTV emitida el sábado.
“Pronto comenzaremos a seleccionar candidatos de esas naciones para vuelos conjuntos a nuestra estación espacial, y podrán trabajar con nuestros astronautas para realizar tareas científicas en el espacio”, dijo Chen, subdirector de planificación de los vuelos espaciales tripulados chinos, en una entrevista recogida el lunes por la noche por el diario oficial China Daily.
Los candidatos pasarán un proceso inicial de selección antes de ir a China para una instrucción intensiva sobre cómo operar las naves chinas Shenzhou, así como la vida y el trabajo a bordo del puesto orbital, explicó Chen.
“También confiamos en que los candidatos extranjeros puedan aprender algo sobre la cultura china porque estarán a bordo de una estación espacial china”, dijo.
Chen no dijo si se requeriría hablar chino con fluidez, aunque los expertos entrevistados por China Daily esperaban que el idioma oficial de China fuera el idioma de trabajo en la estación.
China completó la Tiangong en noviembre tras añadir el tercero de tres módulos. La pieza central es el módulo Tianhe de mando y alojamiento.
Beijing construyó su propia estación tras verse excluida de la Estación Espacial Internacional, principalmente por las objeciones estadounidenses sobre los estrechos lazos del programa espacial chino con el Ejército de Liberación Popular, la rama militar del Partido Comunista chino, que gobierna el país.
Aunque la NASA tiene prohibidas por ley la mayoría de interacciones con el programa chino, Beijing ha cooperado con la Agencia Espacia Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y naciones concretas en proyectos espaciales.
Sin embargo, el director general de la ESA, Josef Aschbacher, dijo en enero que la Estación Espacial Internacional es la prioridad de la agencia y “no tenemos el visto bueno político ni presupuestario ni la intención de implicarnos en una segunda estación especial, es decir, en participar en la estación espacial china”.
La Tiangong, de 66 toneladas, es mucho más pequeña que la EEI de 465 toneladas. Puede alojar hasta a seis astronautas, aunque cada misión de seis meses se compone de apena tres.
Tiene una vida útil de entre 10 y 15 años, y podría convertirse en la única estación espacial que sigue en marcha si la EEI se retira hacia el final de la década, como se espera.
China se convirtió en 2003 en el tercer gobierno que ponía un astronauta en órbita por su cuenta, después de la Unión Soviética y Estados Unidos. El país también ha tenido éxitos en misiones no tripuladas: su vehículo Yutu-2 fue el primero en explorar el poco conocido lado oculto de la Luna, su sonda Chang'e 5 regresó en diciembre de 2020 y llevó rocas lunares a la Tierra por primera vez desde la década de 1970, y otro vehículo chino busca indicios de vida en Marte.
También se estudia una posible misión tripulada a la Luna.