Camboya celebra la repatriación de estatuas centenarias saqueadas durante disturbios del pasado
El regreso a Camboya esta semana de 14 esculturas que habían sido saqueadas del país durante un periodo de guerra y disturbios es como darles la bienvenida a casa a las almas de los ancestros, declaró el jueves la ministra de Cultura camboyana.
Las piezas repatriadas desde el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York llegaron el miércoles y fueron exhibidas el jueves a periodistas y personalidades en el Museo Nacional de Nom Pen, la capital camboyana.
"Fueron realizadas entre los siglos IX y XIV, en el período angkoriano, y reflejan los sistemas religiosos hindú y budista imperantes en aquella época”, explicó el museo en un comunicado esta semana.
Según un comunicado del Ministerio de Cultura y Bellas Artes de Camboya, la “histórica devolución de los tesoros nacionales” se produjo tras varios años de negociaciones entre el equipo de restitución de obras de arte de Camboya, fiscales federales en Nueva York, investigadores del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y el Museo Metropolitano.
La ministra camboyana de Cultura, Phoeurng Sackona, declaró que la devolución de los objetos era muy importante para que el pueblo camboyano recuerde la herencia de sus antepasados en tiempos buenos y malos.
“Las piezas estuvieron mucho, mucho tiempo en el extranjero, pero hoy han vuelto a Camboya, como una bendición para nuestro pueblo para que ahora haya paz y estabilidad en nuestro país”, dijo.
Para los camboyanos, las obras de arte devueltas llevan consigo las almas de sus antepasados, y traerlas de vuelta también incluye traer historia, admiración y conocimiento, agregó.
Dijo, sin dar detalles, que muy pronto Camboya espera recibir otros 50 artefactos que se encuentran en Estados Unidos. El país asiático dice que otros objetos que fueron sustraídos ilegalmente de su territorio siguen en el Museo Metropolitano, así como en otros museos y en manos de coleccionistas privados.
“Estas devoluciones contribuyen a la reconciliación y a la sanación del pueblo camboyano, el cual soportó décadas de guerra civil y sufrió enormemente la tragedia del régimen de los jemeres rojos”, declaró Phoeurng Sackona. “También demuestran la asociación verdaderamente positiva que hemos desarrollado con Estados Unidos”.
Las piezas devueltas a Camboya fueron saqueadas durante un largo periodo de guerra civil e inestabilidad en el país, que fue gobernada por el brutal régimen de los jemeres rojos en la década de 1970.