¿Cuál es la historia del Batallón de San Patricio en México?
El lazo entre México e Irlanda es conmemorado cada año
El 17 de marzo, el mundo enteró celebrará el Día de San Patricio, santo patrono de Irlanda, con atuendos verdes, ingesta de alcohol y celebraciones tan extravagantes como teñir de verde los ríos. En la Ciudad de México, las autoridades decidieron sumarse a los festejos y desde hace algunos días e iluminaron el monumento al Ángel de la Independencia con el color característico de esta fiesta.Pese a ser una celebración global, esta fiesta tiene un legado histórico en una de las guerras que combatió México durante el siglo XIX. Un grupo de inmigrantes irlandeses se unieron a las filas militares mexicanas para combatir al ejército estadounidense, que invadió territorio mexicano entre 1846 y 1848 con el objetivo de cumplir los planes expansionistas del gobierno de Estados Unidos.
En 1846, el ejército estadounidense llegó a México y comenzó poco a poco su plan de apoderarse de grandes extensiones territoriales. En uno de los comandos iba John Riley, un joven militar irlandés que comenzó a sentir empatía por los mexicanos que eran vejados por los soldados estadounidenses.
Cansado de las burlas hacia los irlandeses y mexicanos, Riley decidió desertar, junto a otros elementos, y formar el Batallón de San Patricio, nombrado así por el patrono de Irlanda, al lado de Patrick Dalton. Este grupo militar se unió a los esfuerzos del ejército de México por evitar la invasión de Estados Unidos.
El Batallón de San Patricio poco a poco ganó elementos y llegó a contar con más de 800 hombres de diferentes nacionalidades: escoceses, polacos, franceses, alemanes, ingleses, entre otras, todos bajo el mando de Riley. El Batallón tuvo su primer combate el 21 de septiembre de 1846 en la Batalla de Monterrey. Con una bandera verde, que tenía la frase Erin Go Bragh (Irlanda por siempre), el grupo abrió su camino en la guerra y en la historia de México.
En 1847, Antonio López de Santa Anna, quien lideró los esfuerzos militares durante la Guerra Mexicano-Estadounidense, reconoció a este escuadrón como Batallón de Infantería. Los militares dirigidos por Riley participaron en varios combates, siempre al lado de las fuerzas mexicanas, sin embargo, no lograron evitar la caída de México en la guerra.
El 20 de agosto de 1847, se llevó a cabo la Batalla de Churubusco, una de las más cruentas de la guerra. Fue aquí donde combatió por última ocasión el Batallón de San Patricio. El mermado ejército de Riley luchó durante horas junto a los mexicanos, empero, la falta de municiones y el gran número de combatientes estadounidenses terminó por ser el factor decisivo en la batalla.
Los soldados del Batallón de San Patricio que quedaron con vida tras la guerra fueron aprehendidos y muchos de ellos fueron ahorcados en Tacubaya y en el Jardín de San Jacinto, en la Ciudad de México, el 13 de septiembre de 1847.
Riley fue capturado por el ejército estadounidense ese mismo año y, aunque no fue sentenciado a muerte, fue condenado a trabajos forzosos y fue víctima de tortura. Tras 12 meses, Riley fue liberado y se perdió huella de él, aunque de acuerdo a registros habría fallecido en 1850.
Para conmemorar las heroicas actuaciones del Batallón de San Patricio, el gobierno de México colocó una placa en la plaza de San Jacinto. Además, cuentan con dos días para celebrar su participación en la Guerra Mexicano-Estadounidense: el 17 de marzo y 12 de septiembre.