Camilla, en shock, “no para de hablar” del pedo que Joe Biden dejó escapar en la COP26 de Glasgow
‘Fue largo y ruidoso e imposible de ignorar’, dijo la fuente citada
Si bien Boris Johnson ha aclamado a Joe Biden como “una gran bocanada de aire fresco”, al parecer los acontecimientos de la conferencia sobre el clima COP26 en Glasgow pueden haber dado a la duquesa de Cornualles, en cierto modo, motivos para estar en desacuerdo.
El presidente estadounidense se reunió con Camilla y otros miembros de la familia real durante una recepción en la Galería de Arte Kelvingrove con motivo de la noche de apertura de la cumbre, a la que asistieron líderes mundiales.
La fuerza diplomática de la realeza se ha puesto de manifiesto en la conferencia, en la que se han reunido con invitados de todo el mundo: “Lo comparo con las citas rápidas aquí... charlas un rato y luego aprietas el botón y pasas rápidamente al siguiente, no tienes suficiente tiempo”.
Sin embargo, en otro reporte en el que se habla de la etiqueta de Biden, cualquier imagen de este tipo que evocara un tufillo a romance estaba decididamente ausente.
Mientras hablaba con Biden el lunes por la noche, se ha afirmado que Camilla se sorprendió al oír que al presidente estadounidense se le escapara una flatulencia, en una emisión lo suficientemente audible como para que la duquesa se ruborizara.
“Fue largo y ruidoso e imposible de ignorar”, dijo una fuente al Mail on Sunday. “Camilla no para de hablar de ello.”
Clarence House declinó hacer comentarios cuando The Independent se puso en contacto con ella.
La supuesta flatulencia -cuya afirmación no verificada comenzó rápidamente a ser tendencia en Twitter, donde fue bautizada como “fartgate”- se produjo horas después de que Biden tratara de sacar a Estados Unidos de la sombra de la administración Trump, disculpándose por la decisión de su predecesor de retirarse del Acuerdo de París y “ponernos como detrás de la bola ocho” para abordar la crisis climática.
Biden ya se había comprometido a reducir las emisiones de su país a la mitad para 2030 en abril, pero el lunes publicó un plan a largo plazo para lograr el cero neto dos décadas después.
El viernes celebró la aprobación en el Congreso de su proyecto de ley de infraestructuras por valor de US$1,2 billones, que, según dijo, supondrá “avances históricos y significativos para hacer frente a la crisis climática”.