Llamada entre Biden y AMLO en medio de tensiones por migración y Cumbre de las Américas
El disgusto de Washington ante la petición de México de incluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua en la Cumbre de las Américas no ha pasado despercibido, principalmente por parte de las organizaciones de Derechos Humanos
Hoy por la tarde se llevó a cabo una llamada telefónica entre el presidente Joe Biden y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aunque en principio se había planteado una videollamada, los compromisos de AMLO no lo permitieron.
En una llamada de 52 minutos que la Casa Blanca califica como un diálogo “constructivo, amistoso y no amenazante”, se trató el fin del Título 42 que aún está en duda luego de que un juez obligó al gobierno estadounidense a mantenerlo vigente más allá del 23 de mayo. La vocera confirmó que la migración fue el centro de la conversación.
El secretario de Seguridad, Alejandro Mayorkas, presentó una estrategia de 6 pilares frente al Congreso sobre las acciones que se emprenderán una vez que el Título 42 termine. Mientras que Coahuila y Texas iniciaron un despliegue de seguridad llamado “Operativo Espejo”, con el fin de fortalecer la seguridad en la frontera.
Por su parte, a través de su cuenta de Twitter, López Obrador informó que se trató de una “cordial conversación” que trató “temas de interés en la relación bilateral”. Según el tuit, se acordó que el canciller Marcelo Ebrard se traslade a Washington el lunes para “avanzar en temas de cooperación para el desarrollo y sobre la Cumbre de las Américas”.
¿En qué contexto se da la llamada?
La comunicación se da en medio de varias tensiones entre ambos países, desde el aumento de la migración que pasa por México hacia Estados Unidos; la fallida reforma energética que terminó en la “nacionalización” del litio por parte de México; y la próxima Cumbre de las Américas a la que el gobierno de AMLO está empujando por la asistencia de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, acusados de violar sistemáticamente los derechos humanos y dinamitar la democracia.
Además, en días pasados, se acusó que México alberga al mayor número de espías rusos; y de ser uno de los lugares sin guerra más riesgosos para ejercer el periodismo, algo que el mandatario mexicano ha negado en repetidas ocasiones, a pesar de haber visto asesinados a casi una decena de comunicadores en el primer trimestre del año.
Otro de los temas que genera tensión entre ambos gobiernos es la negativa de López Obrador a imponer sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania.