Autoridades venecianas defienden cuota turística, pero retrasan decisión de ampliarla
La tarifa que se cobra a los visitantes que acuden a Venecia por un solo día generó 2,4 millones de euros (2,6 millones de dólares) durante una fase de prueba este verano, informaron autoridades venecianas, que señalaron que la decisión de continuar o no con la cuota se tomará en otoño tras someter los datos a un análisis completo.
Según las autoridades venecianas, la tarifa de 5 euros se pagó 485.062 veces durante los 29 días de prueba, la mayoría durante los fines de semana y días feriados, del 25 de abril al 14 de julio. Las cifras definitivas incluyen los boletos de acceso en papel vendidos a excursiones en autobús, cruceros y algunos operadores turísticos, lo que suponía unas 1.000 entradas en cada uno de los días de prueba.
El 60% de los visitantes que compraron boletos en línea durante ese período fueron italianos, seguidos de estadounidenses, alemanes y franceses, con porcentajes que oscilaron entre el 6,5% y el 4% de los totales.
Las autoridades venecianas habían indicado previamente que el sistema, mediante el cual los visitantes que acuden a la ciudad por un solo día pagan por un boleto de entrada, seguirá vigente el próximo año y el costo del boleto se duplicará a 10 euros, al menos para algunos días específicos, pero de momento no hicieron ningún anuncio.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, dijo que la ciudad estudiará la posibilidad de ajustar la tarifa en función de si se paga por adelantado o a última hora. Brugnaro defendió la cuota turística de las críticas, que la tacharon de fracaso por no disuadir la llegada de turistas, como se había previsto.
“Escuchamos a los ciudadanos, a las asociaciones, a miles de personas, pero al final no hubo soluciones alternativas a la nuestra”, dijo Brugnaro. “Pensamos tomar este camino de los controles, que son bastante ligeros y no invasivos”.
Los visitantes que no se hospedaron en la ciudad debíeron descargar un código QR que confirmaba el pago, una transacción que duraba aproximadamente dos minutos, según las autoridades. Quienes se hospedaban en hoteles y ya pagaban una tasa de alojamiento, estaban exentos, al igual que los habitantes de la región del Véneto, los visitantes menores de 14 años y quienes visitaban a familiares, entre otros.
Venecia lleva mucho tiempo lidiando con el turismo excesivo, con estimaciones de entre 25 y 30 millones de llegadas anuales, tanto de visitantes de un día como de huéspedes que pernoctan, cifras confirmadas mediante datos de celulares rastreados desde una Sala de Control Inteligente desde 2020, según funcionarios de la ciudad.
La tarifa turística, cuya implementación se retrasó a causa de la pandemia, fue anunciada por los países miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) cuando decidieron rechazar la recomendación de incluir a Venecia en su Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. La ciudad se había librado de la inclusión en la lista dos años antes al imponer la prohibición de cruceros por el canal de la Giudecca y la cuenca de San Marcos.
El máximo responsable turístico de la ciudad, Simone Venturini, dijo que la nueva tasa representa “una revolución cultural”.
“Por primera vez en el mundo, una ciudad dispone de un instrumento que finalmente permite tener datos claros, y no sólo estimaciones aproximadas, ni interpretaciones más detalladas de los datos, sino las cifras exactas” de las personas que entran y salen de la ciudad, afirmó.