“Denunciar la dictadura de mi país no es fácil”, dice Arturo McFields a la OEA sobre Nicaragua
La comunidad internacional condenó el pasado ejercicio electoral en Nicaragua, donde Daniel Ortega, que gobierna desde el 2007, se aferra al poder con estrategias dictatoriales
“Defender lo indefendible es imposible”, así fue como Arturo McFields, el embajador de Nicaragua en la OEA (Organización de Estados Americanos) renunció y denunció a su propio gobierno al que calificó como dictadura a lo que el gobierno de Daniel Ortega respondió con un comunicado que Arturo no lo representa "por lo que ninguna declaración suya tiene validez".
“Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible” dijo el hoy exrepresentante centroamericano en una reunión virtual del Consejo Permanente.
"Desde el año 2018 Nicaragua se convirtió en el único país de Centroamérica donde no hay periódicos impresos, no hay libertad de publicar un simple tuit, ni un comentario en las redes sociales. No hay organismos de derechos humanos. No hay uno solo. No existe. Todos fueron cerrados, expulsados o clausurados. No hay partidos políticos independientes, no hay elecciones creíbles, no existe separación de poderes, sino poderes fácticos", sostuvo en su intervención.
McFields dijo que hablaba para defender a “más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida en mi país desde 2018″ y que también lo hacía en nombre de funcionarios obligados a “fingir, llenar plazas y repetir consignas porque si no lo hacen pierden su empleo”.
Por su parte, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, lo felicitó por tener el coraje de "dar voz a los millones de compatriotas nicaragüenses que esperan un retorno a la democracia".
La cancillería nicaragüense señaló que el nuevo representante de Nicaragua ante la OEA es el embajador Francisco Campbell Hooker.
Daniel Ortega inició en enero su cuarto periodo consecutivo al frente del país, el quinto en total, luego de unas elecciones marcadas por la persecución y encarcelamiento de sus opositores.
Fue elegido presidente por primera vez en 1984, perdió el poder en las elecciones de 1990 y en 2007 volvió a ser elegido. Desde entonces se ha mantenido como jefe de Estado de Nicaragua.