“Algún día nos volveremos a encontrar”: Maribel Guardia rompe el silencio tras la muerte de su hijo

Luego de permanecer encerrada por más de 48 horas en su vivienda, tras la inusitada muerte de su único hijo, Julián Figueroa; la actriz mexicana Maribel Guardia enfrentó a la prensa de espectáculos y rompió el silencio tras el fatídico hecho.

Visiblemente afectada por la pérdida de su único vástago, la también cantante se postró en una pared de color blanco y contestó todos los cuestionamientos hasta romper en llanto. “Necesitábamos vivir este dolor en familia, con gente que realmente conoció y amó a Julián y, realmente el día de ayer, fue muy importante para nosotras, para nosotros, vivir este duelo”, expresó Guardia.

Julián Figueroa falleció de un “infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular”, la noche del pasado 9 de abril en una de las habitaciones de la casa que compartía con su madre. El joven tenía apenas 27 años de edad.

A la vivienda ubicada en la zona exclusiva de Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, se dieron cita diversos famosos; aunque a muchos de ellos no les permitieron el acceso. Solo pudieron entrar algunos familiares de ella y Joan Sebastian, el padre de Julián que falleció en 2015 a causa de cáncer en los huesos.

Respecto a los servicios fúnebres, Maribel refirió que fue cremado y luego un sacerdote “ofició una misa muy preciosa, donde hicimos un trabajo hermoso de despedirlo, de soltarlo. He recibido tanto amor de la gente. Ni siquiera me he podido meter a las redes, y sé que muchos programas, le hicieron un homenaje a mi hijo”.

En un mar de lágrimas, la actriz que no dejaba de referirse a Julián como “el niño de mis ojos”, comentó que “ha sido muy duro perderlo pero Dios me lo dio, Dios me lo quitó. Lo entrego en sus manos. Tenía tanto por recorrer, estaba empezando su carrera, tenía 500 composiciones, tocaba la guitarra y el piano, montaba a caballo, pero así fue”.

Respecto a su nuera, la viuda de nombre Imelda Garza, refirió que ella ya había conversado con su hijo y le comentó acerca de la muerte de su padre. “Él todavía no lo entiende”, dijo Maribel. Y agregó: “Ayer recibí tantas flores, no las quería; pero hoy que llegamos, la casa está tan linda llena de flores, de buena energía, de tanto apoyo de la gente”.

Al final de su mensaje, Maribel abrió aún más su corazón: “A todos los que nos están viendo, les pido que recen mucho por mi hijo, que recen mucho por nosotros para que podamos tener valor; y le pido a Dios que sus hijos los vean crecer, los vean casarse, los vean tener nietos, los vean triunfar; y que sus hijos los entierren a ustedes, porque no hay dolor más grande que enterrar a un hijo y pasar por este dolor tan grande. No se lo deseo a nadie”.