Lo que sabemos del Culiacanazo a tres años de que Los Chapitos sitiaran la capital sinaloense
Según los ‘hacktivistas’ del grupo Guacamaya, el Cártel de Sinaloa solo requirió cuatro horas con 15 minutos para doblegar al Gobierno de México, según consta en el documento de las propias Fuerzas Armadas del país
El calor arreciaba en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, en México. Era 17 de octubre de 2019 y todo parecía estar en calma. Unos minutos después de las 15:00 horas, una veintena de soldados tomaron posición en uno de los barrios de más plusvalía de la zona conocido como Tres Ríos, y arribaron a la casa de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Sal, Ovidio, sal. Muéstrame las manos. Ovidio, tranquilo, sal aquí”, decían una y otra vez, elementos de la Policía Federal y del Ejército Mexicano. Vestido con una camisa blanca, pantalón negro y calzado del mismo color, uno de los hijos de “El Chapo”, presuntamente muy influyente al interior del Cártel de Sinaloa, se despojó de su gorra y salió de su vivienda levantando las manos.
“¿Traes armas?”, preguntó un elemento castrense. “No, yo no”, respondió el también apodado “Ratón”. Otro uniformado más expresó: “Habla con tu gente y dile que paren todo”. Minutos después de intentar amagar al presunto capo, este cogió el teléfono y dijo: “Ya paren todo, por favor, ya me entregué”.
En las calles, grupos de sicarios sinaloenses en al menos una veintena de camionetas, se postraron en los puntos de acceso a la ciudad e incendiaron camiones y también instalaron puntos de control con fusiles barret de calibre .50. La ciudadanía, aterrorizada, se atrincheró en restaurantes, parques y hasta hoteles. Todos yacían en el suelo esperando que las balas no los alcanzaran.
El operativo que, más tarde sería denominado “Culiacanazo”, culminó con la liberación de Ovidio Guzmán. La refriega dejó ocho muertos, entre ellos, un civil; así como 16 heridos, 19 bloqueos en las calles, 14 enfrentamientos armados; ocho soldados capturados y liberados y, al menos, 68 vehículos militares con impactos de bala.
La versión inicial de los hechos, según el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se centró en que un grupo de sicarios al servicio del Cártel de Sinaloa atacó a elementos de la Policía Federal y el Ejército Mexicano al intentar aprehender a “El Ratón”; días después, el mismo mandatario confesaría que fue él quien ordenó su liberación para evitar el derramamiento de sangre en la entidad.
“Nos criticaron mucho cuando decidimos dejar en libertad al hijo de Guzmán Loera aquí en Culiacán, yo tomé la decisión, porque no quisimos arriesgar al pueblo, no queremos la violencia y esto no se entiende”, dijo el titular del Ejecutivo federal en el año 2021, dos años después del histórico suceso.
La verdad al descubierto
El ataque cibernético que sufrió la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) a manos del grupo denominado Guacamaya, el cual extrajo de manera ilegal seis terabytes de información de la dependencia, dejó al descubierto el “Culiacanazo”.
Según los ‘hacktivistas’, al Cártel de Sinaloa les bastaron cuatro horas con 15 minutos para doblegar al Gobierno de México, como consta en el documento de las propias Fuerzas Armadas del país. El Ejército estableció que, en punto de las 15:15 horas, se llevó a cabo la detención de “El Ratón”, en cumplimiento con la orden de aprehensión emitida por la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, D.C, en EE.UU.
De acuerdo con los gobiernos mexicano y estadounidense, Ovidio Guzmán es acusado “por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud”.
Sin embargo, fue hasta las 15:17 horas, que “los efectivos de seguridad invitan a Ovidio Guzmán López a persuadir a sus hermanos de cesar su ‘actitud hostil’ de los integrantes de las células; el líder del Cártel de Sinaloa estableció comunicación directa con Iván Archivaldo Guzmán, conminándolo a ordenar el cese de las agresiones, pero su hermano respondió con una negativa y lanzó amenazas en contra del personal militar y sus familias”.
Hasta hace unos días, el grupo Guacamaya dio a conocer los detalles finos de esas negociaciones entre el Gobierno de México y los hijos de “El Chapo”. Fue hasta las 19:30 horas que, según el cable filtrado, “se recibe la orden por parte del C. Presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López, al tomar la decisión con personal del Gabinete de Seguridad, con el fin de que cesen los desmanes, y las Fuerzas Operativas se replieguen, después de los hechos que se suscitaron en Culiacán, Sinaloa, por el operativo en contra de Ovidio Guzmán”.
¿Protección militar a “El Ratón”?
En días recientes, el ‘hackeo’ del grupo Guacamaya reveló que la FGR (Fiscalía General de la República) investiga la presunta protección de elementos del Ejército Mexicano a Ovidio Guzmán durante el “Culiacanazo”.
Un oficio girado por la UEITA (Unidad Especializada de Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas) detalló que existen videograbaciones en dos memorias extraíbles y tres discos compactos del lugar donde se escenificó la captura y, posteriormente, la liberación del hijo de “El Chapo” Guzmán.
El pasado 15 de febrero de 2022, el titular de la Célula IV-4 de la UEITA le dirigió un mensaje al general de brigada de justicia militar, Miguel Carrasco Hernández, sobre este presunto escudo protector:
“Hago de su conocimiento que esta Fiscalía cuenta con líneas de investigación en la que se pudiera desprender la posible participación de elementos de su corporación en los hechos acontecidos... el jueves 17 de octubre del 2019 que se dio a conocer en medios de comunicación y fuentes abiertas donde la supuesta detención por parte de elementos de Sedena y Guardia nacional, de Ovidio Guzmán López, en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, donde se suscitaron enfrentamientos con miembros de la delincuencia organizada y Fuerzas Armadas quienes pretendía evitar la detención de Ovidio Guzmán López (…)”, se lee en el desplegado.
Hasta el momento, el Gobierno de México no se ha pronunciado respecto al caso.
AMLO presume logros en Badiraguato
Esta mañana, durante su habitual conferencia de prensa y en el marco del tercer aniversario de la batalla de Culiacán, AMLO detalló que ha brindado una atención especial al municipio de Badiraguato, la tierra sinaloense donde nació “El Chapo” Guzmán y también considerada la “cuna del narcotráfico”.
Entre las principales obras, destacó el 84 por ciento de avance de un tramo carretero que comprende los municipios de Badiraguato, en Sinaloa, a Guadalupe y Calvo, en Chihuahua. Esta demarcación está ubicada en el denominado “triángulo dorado de la droga”. Asimismo, AMLO remarcó que 100.000 hectáreas de riego estarán listas en la misma zona para las comunidades que más lo necesiten.
En el ámbito educativo, el mandatario mexicano dijo que se han entregado 3.300 becas educativas en Badiraguato y 3.586 adultos mayores reciben apoyos económicos del Estado y 138 personas que viven con alguna discapacidad también son auxiliados por la actual administración federal.