Netflix reinventa el mito del ‘Chupacabras’ en México con una nueva película
La película Chupa dirigida por el cineasta mexicano, Jonás Cuarón, pretende crear otra imagen del ser que, supuestamente, ataca a animales de diferentes especies en zonas ganaderas
El próximo 7 de abril, la plataforma de contenidos bajo demanda, Netflix, estrenará la película Chupa dirigida por el cineasta mexicano, Jonás Cuarón. De acuerdo con la breve descripción que proveyó la compañía, el argumento sería el siguiente:
“Un niño que viaja con su familia a México descubre un joven ‘Chupacabras’ escondido en el cobertizo de su abuelo. El niño y sus primos se embarcan en una aventura para salvar a la mítica criatura”.
La trama está basada en las aventuras de un niño y una legendaria criatura, la cual se asemeja al filme E.T., el extraterrestre dirigido por Steven Spielberg. Chupa es la historia de Evan (Evan Whitten), un niño de 13 años que emprende un viaje desde Kansas City, en EEUU, hasta México, para pasar una larga temporada con su abuelo “Chava” (Demián Bichir).
Cuando Evan arriba a la casa de “Don Chava”, se percata de la existencia del mítico ‘Chupacabras’, un ser que, supuestamente, ataca a animales de diferentes especies en zonas ganaderas. Contrario a lo que podría pensar el lector y próximo televidente, es que el menor se enfrentará a un aterrador monstruo mexicano. No es así.
Tal como anuncia el tráiler del filme, el ‘Chupacabras’ más bien es un entrañable animal que puede ser domesticado; por momentos luce torpe e, inclusive, temeroso de su entorno. Dicha especie fue retratada por Netflix como un felino similar a un gato montés pero con unas inmensas alas con plumas de color blanco con azul.
Y no solo eso, en la película, la familia de Evan se encariña tanto con el animal que tendrán que sortear los deseos de los pobladores y guardias civiles –encabezados por el actor Christian Slater– que, por miedo o quizás por ignorancia, quieren deshacerse a toda costa del ya querido “Chupa”.
La leyenda del “Chupacabras” cobró relevancia en México durante la década de los noventa. Sin muchas bases ni evidencias científicas, el mito llegó rápidamente al sudoeste de EEUU e, inclusive, a China. Esto ocurrió cuando el ganado de ciertas regiones tenía indicios de que le habían extraído toda la sangre, especialmente a las cabras.
Según refiere la revista National Geographic, los chupacabras han sido vistos recientemente, lo que les convierte en monstruos mucho más accesibles para el estudio que el “Monstruo del Lago Ness” o “Pie Grande”. Cabe mencionar que, durante años, la gente creyó que el “Chupacabras” era una raza extraña de perro salvaje; nadie ha podido comprobarlo hasta el momento.