Más de 119.000 heridos por represión de protestas desde 2015

Más de 119.000 personas han resultado heridas por gases lacrimógenos u otros irritantes químicos en todo el mundo desde 2015 y unos 2.000 fueron lastimadas por proyectiles “menos letales”, según un reporte difundido el miércoles.

El estudio fue realizado durante dos años y medio por Médicos para los Derechos Humanos (Physicians for Human Rights) y la Red Internacional de Organizaciones para las Libertades Civiles (International Network of Civil Liberties Organizations), en colaboración con la Fundación Omega de Investigaciones (Omega Research Foundation).

El reporte ofrece un conteo parcial de bajas, extraídas de partes médicos, causadas por estas tácticas policiales usadas en Colombia, Chile, Hong Kong, Turquía y Estados Unidos.

La gran mayoría de la información viene de casos en que una persona vino a la sala de emergencias por heridas sufridas durante la represión de una protesta y el médico de turno lo documentó, dijo el principal autor del reporte, Rohini Haar, médico de salas de emergencias e investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley.

El reporte arroja luz sobre actividades mayormente no reguladas y sobre la evolución de las tácticas contra protestas hacia métodos cada vez más indiscriminados, como en lanzamiento de gas lacrimógeno desde drones.

El documento pide prohibir las balas de goma y dispositivos multiproyectiles en todas las protestas, y pide aplicar mayores restricciones sobre armas que pueden ser usadas indiscriminadamente, como los gases lacrimógenos, las armas acústicas y los cañones de agua, que en algunos casos son mezclados con tintes o irritantes químicos.

El senador Ron Wyden, demócrata de Oregon, dijo que el reporte revela cuestiones preocupantes.

“Estas inquietantes cifras a nivel mundial se asemejan a las preocupaciones que expresé a nivel local cuando Donald Trump despachó tropas armadas a Portland en 2020 sin directrices en cuanto a cómo usar municiones químicas cerca de escuelas contra manifestantes cuando la mayoría de ellos estaban ejerciendo pacíficamente sus derechos bajo la Primera Enmienda”, declaró Wyden. “Las recomendaciones del reporte merecen consideración de parte del Departamento de Seguridad Nacional”.

Portland, Oregon, fue el epicentro de protestas contra la injusticia racial tras el asesinato de George Floyd por policías de Minneapolis en mayo de 2020. La policía y los manifestantes chocaron y los agentes dispararon gases lacrimógenos, gas irritante y otras armas, convirtiendo a partes de la ciudad en campos de batalla.

___ Larry Neumeister en Nueva York contribuyó con esta nota.