El hermano de León XIV recuerda la "incredulidad" que sintió al enterarse de su elección

Cuando de la chimenea de la Capilla Sixtina salió el humo blanco que relevó que se había elegido un nuevo papa, John Prevost encendió su televisor en Illinois, llamó a su sobrina y ambos vieron con asombro como se anunciaba el nombre de su hermano.
"Ella empezó a gritar porque era su tío y yo no podía creer que fuera posible, porque está muy lejos de lo que pensábamos que sucedería", contó Prevost el jueves en una entrevista con The Associated Press desde su casa en New Lenox, Illinois.
A continuación, dijo que sintió un intenso orgullo de que su hermano, el cardenal Robert Prevost, un misionero nacido en Chicago, se hubiera convertido en el 267º pontífice de la Iglesia católica, el primero estadounidense.
"Es todo un honor, es algo único en la vida", manifestó. "Pero creo que es una gran responsabilidad y que va a conducir a cosas más grandes y mejores, pero pienso que la gente lo va a observar muy de cerca para ver qué está haciendo".
Robert Prevost, de 69 años y miembro de la orden religiosa agustiniana, que ha dedicado su carrera al servicio pastoral en Perú, tomó el nombre de León XIV.
John Prevost describió a su hermano como alguien muy preocupado por los pobres y por aquellos que no tienen voz. Dijo que espera que sea un “segundo papa Francisco”.
“No va a ser ni muy de izquierdas ni muy de derechas”, añadió. “Más bien justo en el medio”.
En un momento durante la conversación, John Prevost se dio cuenta de que tenía varias llamadas perdidas de su hermano, así que telefoneó al nuevo papa.
León le dijo que no estaba interesado en participar en la entrevista y, después de un breve mensaje de felicitación y de una conversación en la que hablaron como cualquier otra pareja de hermanos sobre preparativos de viaje, colgaron.
El nuevo papa es el menor de tres hermanos. John Prevost, que solo es año mayor que él, dijo que recuerda que de niño era muy bueno en la escuela y disfrutaba jugando a pillar, al Monopoly y al Risk.
Desde muy joven, dijo que sabía que su hermano iba a ser sacerdote. Aunque no esperaba que se convirtiera en papa, recordó que una vecina predijo precisamente eso cuando Robert Prevost estaba apenas en primer grado.
“Lo percibió a los seis años”, afirmó. “Cómo lo hizo, quién sabe. Tardó todo este tiempo, pero aquí está, el primer papa estadounidense”.
Cuando Robert Prevost terminó el octavo curso, se marchó al seminario, apuntó el hermano.
"Hay toda una época en la que realmente no crecimos juntos", señaló. "Solo teníamos contacto en las vacaciones".
Hoy, tienen contacto telefónico diario, agregó. Robert Prevost lo llama y hablan de todo, desde política hasta religión, e incluso juegan al Wordle del día.
John Prevost dijo que no está seguro de cuánto tiempo tendrá ahora su hermano para hablar al ser el nuevo papa ni cómo mantendrán el contacto en el futuro.
"Ya es extraño no tener a alguien con quien hablar", comentó.
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Golden informó desde Seattle.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.