Colombia: velan a líder indígena cuya muerte puso en duda diálogo con disidencias de las FARC
La líder indígena colombiana Carmelina Yule Paví, cuya muerte generó una crisis en la mesa de diálogo entre el gobierno y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), era velada el martes en el convulso departamento de Cauca en el suroeste del país.
Yule Paví reposaba en el ataúd con la cabeza cubierta por un paño rojo y verde —los colores distintivos de la guardia indígena Nasa— mientras sus seres queridos y allegados le daban el último adiós en la localidad de Toribío.
La mujer, de 52 años, era una “mayora”, como denominan los Nasa a quienes orientan a su comunidad y han ejercido liderazgo en el cabildo, su forma de gobierno.
Tanto el gobierno nacional como las Naciones Unidas y la embajada de Estados Unidos en Colombia lamentaron su fallecimiento ocurrido el domingo luego de un ataque a tiros de las disidencias de las FARC, autodenominadas Estado Mayor Central, que obligó al presidente Gustavo Petro a suspender un cese al fuego bilateral pactado con ese grupo ilegal.
Su nieta Francy Liliana Pequi Ascue, de 26 años y quien estuvo al lado de la líder durante el ataque, contó el martes a The Associated Press durante el velorio que todo comenzó el sábado cuando la comunidad fue alertada por el secuestro de un joven de la zona por parte de los actores armados.
La líder estaba cocinando y dejó sus labores para apoyar la protesta en la que le reclamaban a las disidencias la libertad del joven. Los indígenas relataron que interceptaron una camioneta que transportaba a miembros del grupo armado y los retuvieron como medida de presión.
El ambiente era tenso y la comunidad recibió un mensaje amenazante: “tiempo es lo que hay para boliarles plomo (disparar)”, relató la joven.
En ese momento, Pequi Ascue le pidió a su abuela que se fueran del lugar porque corrían peligro. La líder se negó y dijo que ella por los jóvenes “iba a dar la vida”.
Cuando iniciaron los disparos Pequi Ascue fue a buscar un escondite para su abuela, pero fue muy tarde. La mujer recibió un disparo en el rostro y dos hombres resultaron heridos. “Cuando ya venía corriendo a traerla, mi hermano gritaba ‘¡Mataron a mi abuela!’”, recordó entre lágrimas.
La líder fue trasladada a un hospital la ciudad de Cali y falleció el domingo. Su cuerpo fue trasladado el lunes a Toribío en medio de hostigamientos, hechos que fueron reprochados al grupo armado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez. “Muestran el desprecio que ese grupo armado ilegal tiene hacia las comunidades que pretende sojuzgar”, señaló el lunes en su cuenta de X, antes Twitter.
Las autoridades ofrecieron el martes hasta 33.000 dólares de recompensa por información que conduzca a la captura de seis presuntos miembros de la disidencia de las FARC buscados por cometer delitos en contra de la población civil.
Pequi Ascue aseguró que pese al asesinato de su abuela continuará defendiendo el territorio indígena: “Mátennos si pueden... de mi parte no hay miedo”.