Colombia:temor a erupción golpea a turismo cerca del volcán
El pueblo en Colombia más cercano al volcán Nevado del Ruiz ha sacado partido durante años de esa posición geográfica para atraer turismo, pero esa ventaja es ahora su mayor problema dada la alerta que existe de que el volcán haga erupción en días o semanas
Murillo se precia de ser el pueblo en Colombia más cercano al volcán Nevado del Ruiz, pero esa que ha sido su ventaja durante años se convirtió en las últimas semanas en su mayor problema, dada la alerta que existe de que el volcán haga erupción en días o semanas.
Las calles del pueblo de 5.000 habitantes lucen vacías. El temor a una probable erupción ha ahuyentado a los turistas que suelen hospedarse en poblado colombiano, situado a 2.950 metros sobre el nivel del mar, para acostumbrar su cuerpo a la altura y el frío antes de emprender un viaje hacia el volcán o de hacer senderismo por el parque nacional de Los Nevados, adentrarse a avistar aves y disfrutar de aguas termales en medio del páramo.
William Rincón, de 38 años e ingeniero de profesión, es el dueño de un hostal en la zona más céntrica de Murillo que cuenta con 15 habitaciones, la mitad de ellas para hospedar familias o grupos. Lamenta que la alerta del volcán coincidiera con la Semana Santa, una celebración religiosa en Colombia, que suele ser de las mejores temporadas para el turismo por contar con días feriados.
“La perdida mía como prestador de alojamiento asciende a más o menos de ocho millones de pesos (1.770 dólares) a diez millones de pesos (2.127 dólares) en las dos semanas”, dijo Rincón a The Associated Press.
El volcán es parte del paisaje que se aprecia desde el pueblo, al estar ubicado a solo 20 kilómetros. Sus habitantes han registrado un aumento en la caída de ceniza en la zona, aunque muchos se han negado a evacuar, una medida solicitada por el gobierno que aún es voluntaria. Algunos creen que el volcán no va a hacer erupción o temen perder sus pertenencias.
El volcán, ubicado a 5.321 metros sobre el nivel del mar en el eje de la cordillera central del país, presenta una actividad inestable desde el 31 de marzo, con aumento en la sismisidad asociada al fracturamiento de roca, columnas de gases y ceniza y salida de dióxido de azufre a la atmósfera.
Pese a ello, la vida para los habitantes de Murillo transcurre con aparente normalidad, aunque saben que en noviembre de 1985 el volcán hizo erupción y causó la muerte de aproximadamente 25.000 personas en Armero, un municipio cercano que fue arrasado.
“Nosotros somos consientes que es un tema de la naturaleza, el cual debemos respetar”, aseguró Gabriel Murillo, dueño de un café-bar. “Pero reitero, es un negocio que se mueve por el turista entonces sí nos ha afectado bastante”, ya que, según sus cálculos, las ventas han disminuido en un 90%.
Los pobladores de Murillo, también dispersos en zonas rurales, viven fundamentalmente de tres sectores: la agricultura, la ganadería y el turismo.
Constanza Gómez, vocera de la alcaldía de Murillo, comentó a la AP que la baja en la visita de turistas se explica fundamentalmente porque actualmente se encuentra prohibido el ecoturismo en mediana y alta montaña en los alrededores del volcán, que es lo que usualmente hacen los visitantes.
Como parte de la prevención, cerca de Murillo, la Policía detiene momentáneamente los vehículos preguntando a sus pasajeros sus datos personales para tener su registro en caso de que el volcán haga finalmente erupción.