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‘Fiasco total: El crucero de la caca’: documental cuenta la historia del crucero que quedó varado sin inodoros funcionales

Más de 4.000 pasajeros y tripulantes quedaron atrapados en el transatlántico Carnival Triumph, de 14 pisos, cuando sufrió una falla eléctrica

Joanna Whitehead
Miércoles, 25 de junio de 2025 17:46 EDT
Los pasajeros construyeron refugios improvisados en la cubierta del barco asolado
Los pasajeros construyeron refugios improvisados en la cubierta del barco asolado (Netflix)
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En el año 2013, un crucero se quedó varado en el mar durante cinco días por problemas eléctricos, lo que creó una situación verdaderamente pesadillesca que incluyó a pasajeros peleándose por comida en medio de aguas residuales. Acaba de estrenarse un documental en Netflix que profundiza en el incidente.

El largometraje Fiasco total: El crucero de la caca (Trainwreck: Poop Cruise) relata la fatídica historia del crucero de 14 pisos Carnival Triumph que quedó varado durante cinco días en el Golfo de México con más de 4.000 pasajeros y tripulantes a bordo.

El “crucero de lujo” iba a ser un viaje de ida y vuelta de cuatro días desde Galveston, Texas, EE. UU., a Cozumel, México; pero un incendio en la sala de máquinas destruyó los cables eléctricos que abastecían a todo el barco, dejándolo sin electricidad, refrigeración, iluminación, aire acondicionado, y —lo peor de todo— sin inodoros funcionales.

Las imágenes de archivo de las noticias y los testimonios de los pasajeros y la tripulación exponen la cruda realidad de una situación en la que la directora del crucero, Jan, recurrió a dar instrucciones por megafonía a los pasajeros para que defecaran en bolsas de plástico.

Los pasajeros del barco hablaron de alfombras empapadas de orina y de tener que dormir en tiendas de campaña en cubierta.

Los pasajeros tuvieron que hacer cola durante horas para comprar sándwiches fríos de cebolla y pepino, y se produjeron peleas por las escasas provisiones.

En declaraciones a CNN en el momento del incidente, la pasajera Ann Barlow dijo: “Es asqueroso. Es lo peor que me ha pasado nunca”, mientras que su marido Toby declaró al canal de noticias que había “aguas residuales discurriendo por las paredes y el suelo”.

Los pasajeros vitorearon y sonó la bocina del barco cuando el crucero de 272 metros de eslora atracó por fin en la terminal de cruceros de Alabama, en la ciudad Mobile, tras cinco días en el mar; un proceso que duró seis horas.

El presidente y director ejecutivo de Carnival Cruise Line, Gerry Cahilll, pidió disculpas profusamente a los pasajeros por la terrible experiencia.

Todos los pasajeros recibieron un reembolso completo, los gastos de transporte, el reembolso de algunas de las compras realizadas durante el crucero y una indemnización adicional de 500 dólares.

El documental, de una hora de duración, ya puede verse íntegro en Netflix.

Traducción de Sara Pignatiello

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