Según la ciencia, ¿cuáles son los principales beneficios de la jardinería para la salud?
Está demostrado que el acto de cultivar y cuidar el jardín proporciona alivio físico y mental, entre otras ventajas para la salud
Está demostrado que la jardinería mejora la salud física y mental.
De hecho, según una investigación, puede promover la salud mental de dos maneras distintas: mediante la apreciación estética de la naturaleza o por el modo en que une a las personas, lo cual puede deberse a que es una experiencia multisensorial.
“Es el sabor, la textura, la sensación... el viento en el rostro y el cabello, simplemente sentir los elementos de la naturaleza. Ayuda a la gente a sentirse viva, a despertar de alguna manera. Es algo muy terapéutico”, comentó Jill Litt, investigadora principal del Instituto de Salud Global de Barcelona, en diálogo con The Washington Post.
Los aromas y sonidos de la naturaleza, en particular, influyen positivamente en el bienestar mental de una persona. El contacto con la naturaleza, por ejemplo a través de la jardinería, nos permite aprovechar todo lo que ofrece el mundo natural, desde el trinar de los pájaros por la mañana hasta el aroma de las flores. También ayuda a reducir los niveles de estrés por la capacidad de estimular la mente al captar ligeramente la atención, un fenómeno que los científicos atribuyen a la teoría de la restauración de la atención.
Sin embargo, la diferencia entre la jardinería y otras actividades basadas en la naturaleza es que “requiere una participación activa” y “meter las manos en la tierra”, lo que la convierte en una experiencia más cinética que puede mejorar la salud física. Ya sea para cavar, sembrar o plantar, la jardinería requiere un nivel físico que podría considerarse una forma de ejercicio.
Cultivar la tierra y cuidar de la vida también puede ser beneficioso a nivel social, por lo que los jardines comunitarios se han convertido en puntos de unión, vínculo y bienestar para muchas personas.
“Todo depende de cómo establezcas relaciones sólidas”, afirmó Litt. También señaló que los jardines hacen que las personas regresen porque les genera una “responsabilidad”.
A menor escala, Litt señala que hacer jardinería en el hogar también puede suscitar un sentimiento diferente de conexión social. Su investigación indica que quienes siguen estas prácticas tienden a involucrarse más en la comunidad y son más propensos a votar en las elecciones locales y a participar en las asociaciones locales de propietarios.
El año pasado, en un estudio realizado en Australia con 4.919 adultos de mediana edad y mayores, los investigadores descubrieron que quienes cultivaban un huerto al menos 2,5 horas a la semana registraban un mayor bienestar mental y satisfacción vital. Asimismo, los datos señalaron que los beneficios de la jardinería eran más pronunciados entre los adultos de 64 años o más.
Está demostrado que el acto de cultivar y cuidar el jardín proporciona alivio físico y mental. Sin importar su finalidad, ya sea para producir alimentos o para generar un espacio estético, la jardinería es a menudo una experiencia de meditación que permite volver a la realidad y ponerse en contacto con los sentidos.