Científicos descubren por qué algunos bebés empiezan a caminar más tarde que otros
Según un nuevo estudio realizado en el Reino Unido, el hecho de que un niño aprenda a caminar un poco más tarde no siempre es señal de problemas

Los primeros pasos de un niño son un momento trascendental, pero la edad a la que se alcanza este hito podría estar determinada por la genética, según sugiere un nuevo estudio.
Un grupo de científicos analizó la información genética de más de 70.000 bebés, e identificó 11 marcadores genéticos que influyen en el momento en que los pequeños dan sus primeros pasos.
En los resultados publicados en la revista Nature Human Behaviour, el equipo, de las universidades de Surrey y Essex (Reino Unido), sugiere que la genética es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las diferencias en el momento en que los niños empiezan a caminar.
La profesora Angelica Ronald de la Universidad de Surrey, investigadora principal del estudio, explicó: “la mayoría de los bebés dan su primer paso en algún momento entre los ocho meses y los dos años de edad, por lo que este emocionante hito puede producirse dentro de un amplio margen de tiempo”.
“Es un gran momento tanto para los padres como para el bebé; simboliza una nueva etapa en la vida del niño”, añadió.
“Esperamos que estos nuevos hallazgos genéticos puedan hacer avanzar los conocimientos sobre los orígenes de la capacidad de caminar y se utilicen para apoyar mejor a los niños con trastornos motores y dificultades de aprendizaje”, expresó.
“Aunque los padres deberían acudir a su médico de cabecera si están preocupados, un inicio ligeramente más tardío no siempre es señal de problemas. Hay mucha variedad en el momento en que los niños dan su primer paso solos”, agregó.

La doctora Anna Gui, que trabajó en el estudio, añadió que, hasta ahora, los científicos no habían identificado la causa de las grandes diferencias entre los niños en cuanto al momento en que dan su primer paso.
“A los padres puede preocuparles a menudo que, si su bebé empieza a caminar pronto o tarde, esto sea una mala señal o que hayan hecho algo mal. Pero vemos que la genética desempeña un papel considerable a la hora de influir en el momento de este hito”, aclaró.
En el estudio se descubrió que los genes que influyen en el momento en que los niños dan sus primeros pasos son, en parte, los mismos que influyen en el desarrollo del cerebro.
También existe una relación entre la aparición más tardía de la marcha y los genes implicados en un mayor nivel educativo.
Caminar más tarde, pero dentro del rango típico, se relacionó además genéticamente con menos probabilidades de desarrollar TDAH, sugirió la investigación.
Traducción de Sara Pignatiello