Restaurante japonés sirve ajolotes fritos como parte de su menú y desata la furia de mexicanos
Esta especie conserva características milenarias de las salamandras, pero es más cercano a ranos y sapos; el Gobierno de México la considera una especie que requiere protección especial por ser un animal amenazado
Las imágenes son perturbadoras para gente sensible. Un periodista mexicano, de nombre Nelson Valdez, fue el encargado de difundirlas a través de X (antes Twitter). Se trata de un platillo de un restaurante japonés que tiene como ingrediente principal: el ajolote.
El anfibio es endémico del centro de México, en específico, de los estados de Puebla, Hidalgo, Querétaro y Guanajuato. De acuerdo con el Gobierno Federal, los ajolotes habitan en zonas de aguas limpias y, generalmente, frías; con buena oxigenación.
Valdez no solo compartió una fotografía de pequeños ajolotes en un recipiente de cocina a la espera de ser preparados; en otra más, aparecen los animales sobre una cama de lechuga fritos ya sin vida. Y según refiere, es una comida exótica que se oferta en un restaurante de Yokohama, Japón.
Los internautas desataron su furia, al considerar que los ciudadanos nipones “no tienen sentimientos”; “no respetan la vida animal”; “lo exótico no siempre es lo más correcto en alimentos para consumo humano”; entre otros.
Algunos más defendieron la postura de consumo, ya que “pasa lo mismo con camarones, todo mundo los come y nadie se preocupa”; “¿y los demás animales no sufren o no están en peligro de extinción?”; “seguramente las vacas, los cerdos, los chivos no sufren”.
Lo cierto es que el ajolote o ‘axolotl’ (del náhuatl ‘monstruo de agua’) es un anfibio en peligro de extinción y está protegido por la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México). Tan solo en el país azteca, existen 18 de las 30 especies de ajolotes que se distribuyen desde el sur de Canadá y Alaska hasta el Eje Neovolcánico Transversal del territorio mexicano.
De acuerdo con el Gobierno de México, “históricamente los ajolotes han tenido una importancia especial para consumo humano como fuente de proteína, para uso medicinal y últimamente, debido a su capacidad regenerativa, para investigación en laboratorios de todo el mundo, sobre biología del desarrollo, regeneración, endocrinología, cultivo de tejidos y trasplantes”.
Un estudio de la UAEM (Universidad Autónoma del Estado de México) reveló que “el ajolote como alimento tiene un antecedente prehispánico”. En zonas como la subcuenca Chalco-Xochimilco y en la cuenca del Alto Lerma en las antiguas lagunas como la de Chignahuapan o Chicoloapan, los habitantes lo consideraban “un alimento nutritivo”.
Los ajolotes también fueron utilizados para curar ciertas enfermedades respiratorias.