Científicos japoneses esperan recibir un mensaje de los extraterrestres de forma inminente
Hace 40 años se envió un mensaje al espacio desde la Universidad de Stanford
Los científicos en cuestión esperan recibir un mensaje de los extraterrestres de forma inminente, tras 40 años de espera.
Pero en realidad, las posibilidades de lograrlo son escasas: el mensaje se envió a una estrella que al parecer, no tiene planetas, y los científicos contarán con un período de tiempo muy limitado (una hora) para escuchar el mensaje.
Hace 40 años que los astrónomos japoneses Masaki Morimoto e Hisashi Hirabayashi compusieron un mensaje destinado a mostrar cómo son los humanos y cómo funciona la vida en la Tierra, y lo enviaron al cosmos. Utilizaron un telescopio de la Universidad de Stanford y enviaron un mensaje a Altair, una estrella situada a 16,7 años luz de la Tierra que podría tener vida en sus cercanías.
Ahora, décadas después, un equipo dirigido por Shinya Narusawa, de la Universidad de Hyogo, utilizará un gran telescopio japonés para tratar de determinar si algo responderá al mensaje. Los astrónomos creen que es concebible que reciban una respuesta ahora, dada la distancia a la estrella y el tiempo transcurrido desde que enviaron el mensaje.
Estarán atentos a los mensajes procedentes de la estrella el 22 de agosto. Se eligió esa fecha por su significado en el festival estelar japonés Tanabata, que celebra simbólicamente el encuentro de dos deidades Orihime y Hikoboshi, esta última representada por Altair.
Narusawa tiene la esperanza de que los extraterrestres estén ahí fuera, en algún lugar, y que el mensaje pueda haber sido enviado realmente a extraterrestres que habitan un planeta cerca de la lejana estrella.
“Desde la década de 1990 se ha detectado un gran número de exoplanetas”, declaró al periódico japonés Asahi Shimbun. “Es posible que Altair tenga un planeta en su órbito cuyo entorno pueda albergar vida”.
El mensaje original se envió el 15 de agosto de 1983, en el marco de una colaboración con una antología semanal de cómics japoneses.
Pero el intento de contactar con extraterrestres nunca pareció del todo serio, por lo que es poco probable que los científicos implicados se sientan decepcionados. Según Gizmodo describió en aquel momento, cuando se descubrió el correo electrónico en 2008, Hirabayashi admitió que los dos científicos estaban borrachos cuando se les ocurrió la idea de enviar el mensaje.
“Creo en los extraterrestres, pero son muy difíciles de encontrar”, admitió en este momento. También señaló que había recibido muchas mensajes de escolares sobre el mensaje, lo cual le convenció que enviar el mensaje mereciera la pena.
Traducción de Anna McDonnell