Kosmos 482: sonda espacial rusa habría reingresado a la Tierra, según expertos
Lanzada en 1972, la nave fue diseñada con el objetivo de aterrizar en Venus
Una nave espacial rusa fuera de control probablemente cayó a la Tierra tras haber pasado 53 años en órbita, según expertos.
En las últimas semanas, la nave conocida como Kosmos 482 se había estado aproximando al planeta de forma descontrolada. Aunque los especialistas venían siguiendo su trayectoria, señalaban que era muy poco probable que impactara en una zona poblada.
Ahora, la Agencia Espacial Europea y otras entidades confirman que la nave probablemente ya reingresó a la Tierra. Según informaron, no fue detectada durante su último paso por el radar en Alemania y las proyecciones basadas en su órbita y ubicación anterior sugieren que ya habría ingresado a la atmósfera terrestre.
Hasta la mañana del sábado, el Comando Espacial de Estados Unidos aún no había confirmado la caída de la nave, ya que continuaba recopilando y analizando datos desde la órbita.
Sin embargo, todavía no está claro cuándo ni en qué lugar exacto habría ocurrido el impacto.
La nave fue construida originalmente para aterrizar en Venus y resistir las condiciones extremas de su atmósfera.

Pero sufrió fallas técnicas durante su lanzamiento y quedó atrapada en una órbita alrededor de la Tierra. Durante los últimos 53 años, ha estado flotando alrededor del planeta hasta que finalmente su trayectoria la llevó a colisionar con la atmósfera terrestre.
Dado que la nave fue diseñada para aterrizar en Venus, un planeta extremadamente caliente y con una presión atmosférica muy elevada, algunos expertos especularon que podría haber resistido la reentrada en la atmósfera terrestre, a diferencia de otras naves que suelen desintegrarse en ese proceso.
No obstante, los especialistas indicaron que lo más probable era que terminara cayendo sobre el agua, que cubre la mayor parte del planeta, o en una región deshabitada.
Las probabilidades de que impactara en una zona poblada eran “infinitesimalmente pequeñas”, señaló Marcin Pilinski, científico de la Universidad de Colorado en Boulder.
“Aunque podemos anticipar que gran parte del objeto no se desintegrará durante la reentrada en la atmósfera, es posible que sufra daños severos al momento del impacto”, explicó Pilinski.
Para el viernes, todos los indicios apuntaban a un reingreso durante la madrugada del sábado (hora del Este de EE. UU.), con un margen de varias horas.
Aunque los sistemas de monitoreo de desechos espaciales en todo el mundo coincidían en sus pronósticos, aún era demasiado pronto para determinar con precisión cuándo y dónde caería la nave conocida como Kosmos 482.
Esa incertidumbre se debía a la posible actividad solar y al deterioro de la nave debido a su antigüedad.
Se estimaba que sus paracaídas ya no funcionarían y que sus baterías estaban agotadas desde hacía mucho tiempo.

El científico neerlandés Marco Langbroek estimó que, en caso de que la nave permaneciera intacta, el impacto se produciría a una velocidad de aproximadamente 240 km/h.
La Unión Soviética lanzó la Kosmos 482 en 1972 con el objetivo de enviarla a Venus como parte del programa Venera, que buscaba explorar ese planeta.
Sin embargo, una falla en el cohete impidió que saliera de la órbita terrestre.
Desde entonces, la gravedad continuó ejerciendo su influencia y se esperaba que eventualmente provocara su caída definitiva.
Con forma esférica, la nave —de un metro de diámetro y con un peso superior a los 495 kilos— sería el último fragmento de la Kosmos 482 en caer del cielo.
Todos los demás componentes cayeron a la Tierra durante la década posterior al lanzamiento.
Cualquier resto que haya sobrevivido al impacto pertenecerá a Rusia, conforme al Tratado de las Naciones Unidas sobre el espacio ultraterrestre.
Traducción de Leticia Zampedri