Expertos aseguran que una muestra de asteroides podría aterrizar en la Tierra el domingo
El paso de la nave espacial OSIRIS-Rex por nuestro planeta, augura la colecta de un sinfín de rocas estelares cercanas al cuerpo celeste de Bennu
El próximo 24 de septiembre, la nave espacial OSIRIS-Rex descenderá a la Tierra y, como regalo cósmico, se prevé que proporcione una muestra de asteroides muy cercanos al cuerpo celeste de Bennu.
Si todo sale de acuerdo al plan de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU), la nave liberará una cápsula la cual podría contener hasta 8,8 onzas de rocas y tierra provenientes del espacio hacia un punto de aterrizaje en el desierto de Utah.
Según astrónomos de la NASA, Bennu es un asteroide que orbita cerca de nuestro planeta y, aunque las probabilidades de que se impacte en la Tierra son bajas, la Agencia lo ha catalogado como un objeto “potencialmente peligroso”.
Bennu tiene 500 metros de diámetro y, según cálculos de la NASA, podría impactarse en 159 años. La fecha prevista sería el 24 de septiembre de 2182. En caso de colisionar, la energía que podría liberar sería la equivalente a la producida por 22 bombas atómicas.
La probabilidad de que ocurra ese evento sería 1 en 2.700, es decir, de 0,037%.
Hasta ahora, se tiene conocimiento que OSIRIS-Rex tiene como objetivo estudiar la composición e historia del asteroide Bennu. De acuerdo con sus siglas en inglés, el nombre de esta misión es “Orígenes, Espectros, Interpretación, Identificación de Recursos, Seguridad, Explorador, Regolito, Explorador”.
La transmisión de este evento iniciará el domingo 24 de septiembre a las 10:00 horas ET. La nave proveniente de la atmósfera de la Tierra se acercará a las 10:42 horas ET y, 13 minutos más tarde, lanzará la cápsula que caerá en un espacio de Utah a unos 44,498 kilómetros por hora, según reveló CNN.
Después de este evento, OSIRIS-Rex continuará su viaje por el Sistema Solar para captar de cerca un asteroide distinto conocido como Apophis, descubierto en 2004, catalogado como “potencialmente peligroso” y con una probabilidad de 2% que impacte contra nuestro planeta.