Nueve virus que preocupan a la Organización Mundial de la Salud

Guinea Ecuatorial acaba de confirmar su primer brote de la enfermedad de Marburgo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que informa que al menos nueve personas ya han muerto como resultado de este virus relacionado con el ébola.

El caso es el último recordatorio de que, para los expertos en enfermedades infecciosas, el trabajo nunca termina.

Si bien parece que hemos dejado atrás los peligros inmediatos del coronavirus a más de tres años desde que la enfermedad respiratoria estalló en Wuhan, China, y desencadenó medidas de confinamiento en el mundo entero, los epidemiólogos deben permanecer atentos al próximo virus que pueda convertirse en una emergencia de salud pública.

Desde 2017, la OMS se dedica a recopilar una lista de “patógenos prioritarios”, que incluye las enfermedades que representan la mayor amenaza potencial para la humanidad, además de las que, actualmente, requieren más investigación para garantizar que estamos en condiciones de enfrentarlas en caso de que comiencen a propagarse.

La lista, utilizada por los gobiernos y las organizaciones de salud pública para informar sus medidas de planificación, pronto se revisará con vistas a volver a darle prioridad. En noviembre, la OMS reunió a 300 científicos para reevaluar el peligro que representan 25 virus y bacterias.

“Enfocarse en los patógenos y los grupos de virus prioritarios para la investigación y el desarrollo de contramedidas es esencial para una respuesta rápida y eficaz a epidemias y pandemias,” explicó en ese momento el Dr. Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.

“Sin importantes inversiones en I+D antes de la pandemia de covid-19, no habría sido posible desarrollar vacunas seguras y eficaces en tiempo récord”.

Nos actualizarán al respecto en los próximos meses.

El coronavirus encabeza la lista actual pero ya que todos lo conocemos muy bien, aquí analizamos los otros ocho virus que actualmente figuran entre los más preocupantes a nivel mundial según los expertos de la OMS.

Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

Una enfermedad endémica que se encuentra con frecuencia en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se propaga con mayor frecuencia por garrapatas infectadas o ganado contagiado.

La afección resultante puede dañar los órganos internos y el sistema cardiovascular del cuerpo y provocar hemorragias graves.

La enfermedad tiene una tasa de mortalidad del 10 al 40 %. Existe una vacuna autorizada en Bulgaria, pero aún no se ha aprobada en ningún otro lugar.

Ébola y Marburgo

Los murciélagos y los primates portan ambas enfermedades, que forman parte de la familia de los filovirus, que también causan fiebres hemorrágicas.

Una vez que un ser humano se infecta, suele propagar los virus a otros a través de sus fluidos corporales o del contacto directo o del contacto con superficies contaminadas en entornos no esterilizados.

Por lo general, tienen una tasa de mortalidad del 50 %, aunque ha variado del 25 al 90 % durante brotes anteriores.

Se han implementado vacunas contra el ébola en Guinea y la República Democrática del Congo, pero no están ampliamente aprobadas.

Además de las nueve muertes registradas hasta el momento en Marburgo, Guinea Ecuatorial, las autoridades sanitarias están examinando otros 16 casos sospechosos.

Fiebre de Lassa

Endémica en África Occidental, esta enfermedad se propaga a través de la orina y las heces de ratas y roedores. Los humanos que la contraen la pueden transmitir a través de sus propios excrementos o sangre o por contacto sexual.

Se cree que la fiebre de Lassa representa un peligro particular para las mujeres embarazadas en el tercer trimestre de la gestación y también puede causar sordera en los pacientes.

La tasa de mortalidad es baja, del 1 %, aunque aumenta al 15 % en los casos en los cuales los síntomas de los pacientes son lo suficientemente graves como para resultar en la hospitalización. Se ha utilizado ribavirina para tratar la enfermedad pero todavía no existe vacuna.

MERS

Conocida como síndrome respiratorio de Oriente Medio, esta enfermedad provoca una infección aguda de las vías respiratorias y surgió por primera vez en dicha región, donde se transmite por camellos.

Una vez contraída por un ser humano, la enfermedad puede transmitirse por contacto cercano.

Su tasa de mortalidad es alta, del 35 %, y se ha diagnosticado en 27 países desde 2012, según la OMS, pero aún no existe una vacuna.

Virus Nipah

Este virus es recurrente en Asia y una de las principales causas de contagio es el contacto con murciélagos frugívoros, así como por animales domésticos como como cerdos, caballos, gatos y perros, que a su vez pueden contagiar a los seres humanos, así como de persona a persona.

Puede causar inflamación del cerebro (encefalitis) y tiene una tasa de mortalidad del 40 al 70 %. Actualmente no existe vacuna.

Fiebre del Valle del Rift

Una enfermedad de la sangre transmitida por mosquitos, que a su vez la transmiten picando a humanos, ganado, ovejas, cabras, búfalos y camellos, la fiebre del Valle del Rift se ha propagado desde África hasta Arabia Saudita y Yemen.

Aunque la tasa de mortalidad es inferior al 1 % y Rift Valley no es grave para la mayoría de las personas, entre el 8 y el 10 % de los pacientes desarrollan síntomas graves, como lesiones oculares, encefalitis y fiebre hemorrágica.

Se ha desarrollado una vacuna, pero aún no tiene licencia en ninguna parte del mundo.

Virus Zika

Otra enfermedad propagada por la picadura de mosquitos, que puede infectar la sangre y transmitirse a través del sexo, el zika rara vez es fatal, pero puede causar defectos cerebrales graves en los fetos y se sabe que causa abortos espontáneos y mortinatos.

No hay, en la actualidad, ninguna vacuna.

‘Enfermedad X’

Se reserva un espacio en la lista para un virus aún desconocido que podría surgir en el futuro y causarnos problemas, como fue el caso del covid-19, que surgió de forma tan dramática en la primavera de 2020.

Traducción de Anna McDonnell