Por qué algunas mujeres se enamoran de asesinos en serie como Jeffrey Dahmer
El interés y la atracción sexual que despiertan los criminales en algunas mujeres es más común de lo que se cree e incluso tiene un nombre: hibristofilia.
Durante los dos años que estuvo en prisión, el asesino en serie Jeffrey Dahmer, acusado de matar a 17 niños y hombres y de comerse los restos de sus víctimas, recibió cientos de cartas.
Alrededor de una tercera parte de las misivas eran de personas que querían saber qué lo impulsó a cometer tantas atrocidades. Otro tercio era de personas religiosas que querían ayudarlo a redimir sus pecados. Y, por increíble que parezca, otra tercera parte provenía de fanáticos que decían estar enamorados del criminal, según Taylor James, un canadiense que se dedicó a coleccionar los artículos de Dahmer.
En una entrevista con The Sun Online, James contó que mucha gente le escribía cartas de amor a Dahmer, quien murió en prisión a manos de otro recluso, diciendo: “Eres un incomprendido”, “Te amo”, “Ojalá pudiera estar contigo”.
Según James, aunque algunas de las cartas románticas eran de hombres homosexuales, como Dahmer, en su mayoría quienes las escribieron eran mujeres heterosexuales que estaban convencidas que no era gay y que se podría enamorar de ellas.
Entre las cartas que James tiene en su colección destaca la de una mujer que le envió docenas de mensajes sin recibir respuesta. A veces incluso le escribía varias cartas en un solo día.
James precisa que los mensajes de la mujer decían: “Oye, te escribí una carta hace cinco horas, te estoy escribiendo otra ahora. Sé que te molesté. Lo siento, por favor, perdóname. Eres muy importante para mí”.
Otros casos emblemáticos
El caso de Dahmer no es único. Ted Bundy, acusado de secuestrar, violar y matar al menos a 30 mujeres y niñas entre 1974 y 1978, recibió miles de cartas de admiradoras. Al final se casó con Carole Ann Boone, una mujer que se enamoró perdidamente de él mientras era enjuiciado y juntos tuvieron un hijo.
Otro caso emblemático es el de Richard Ramírez, conocido como el “Night Stalker” (Acechador Nocturno), cuya ola de crímenes aterrorizó a los residentes de Los Ángeles y San Francisco en la década de 1980.
Ramírez, quien confesó ser satánico y fue sentenciado a la pena capital por 13 asesinatos, se convirtió no solo en uno de los hombres más odiados y temidos de la nación sino también en un hombre amado por cientos de fanáticas que durante años lo inundaron con cartas de amor. Una de ellas se casó con él. Ramírez murió en prisión víctima de un linfoma en 2013.
Qué es la hibristofilia
La (APA) Asociación de Psicología Estadounidense explica que el interés y la atracción sexual que despiertan algunos criminales es más común de lo que uno pudiera imaginarse e incluso tiene un nombre: hibristofilia.
El término proviene del griego hubrizein, que significa “cometer una atrocidad contra otro” y philla que significa “gustar o tener una fuerte preferencia por algo”.
Evelyn B. Kelly, que escribió un libro sobre el tema llamado The 101 Most Unusual Diseases and Disorders, indica que la atracción hacia los criminales es una parafilia que, según la APA, es un trastorno que implica la necesidad de fantasías o comportamientos extraños para lograr la excitación sexual. Otras parafilias pueden ser el fetichismo, el voyeurismo y el exhibicionismo.
Por lo general, dice Kelly, más mujeres que hombres parecen tener atracción hacia los criminales. Y aunque no existe un patrón definido en cuanto a su nivel educativo o clase social, la mayoría suele tener entre 30 y 40 años.
Kelly explica que muchas de las mujeres que envían cartas a criminales que están en prisión no tienen interés en ser parte de sus actividades delictivas. Sufren de lo que se llama una hibristofilia pasiva, en la que tienen la fantasía de que podrán redimir a los hombres y cambiarlos a través de la relación romántica con ellas.
Existe también, aunque es menos común, lo que se llama la hibristofilia agresiva, en la que las mujeres sí quieren participar en los crímenes de sus parejas.
Razones del enamoramiento
Pero, ¿cuál es la razón por la que algunas mujeres se enamoran de los peores criminales?
Sheilla Isenberg arroja luz sobre el tema en su libro Women Who Love Men Who Kill, basado en entrevistas con docenas de mujeres que tuvieron relaciones con asesinos.
De acuerdo con una reseña de CNN, Isenberg descubrió que hay dos tipos de personas que se sienten atraídas por criminales: las que se enamoran de “asesinos normales” y creen en su inocencia y las que inician relaciones con criminales notorios porque buscan la fama.
La autora dice que en este tipo de relaciones un elemento importante es el cortejo. El [criminal] “te pinta cuadros, te escribe poemas, te escribe largas cartas de 30, 40, 50 páginas. Es una relación enormemente romántica”.
A ello se agrega, según Isenberg, el elemento de poder y control que muchas mujeres sienten sobre el criminal porque él está en prisión.
“Muchas de estas mujeres vienen de una infancia abusiva o fueron mujeres maltratadas. Algunas sufrieron abusos físicos, psicológicos o verbales, pero todas fueron víctimas. Se me ocurrió la teoría de que si tienes una relación con un hombre que está entre rejas de por vida o en el corredor de la muerte, no puede hacerte daño. Estás en el asiento del conductor y en control por primera vez en tu vida”, afirma.
En su libro, Isenberg señala que también descubrió que muchas mujeres que se enamoran de criminales creen en su inocencia. Y como ejemplo cita el caso de Carole Ann Boone, quien se enamoró de Ted Bundy mientras era enjuiciado y más tarde se casó con él y tuvo un hijo, porque pensó que era bueno y lo habían “encasillado”. Sin embargo, años después se convenció de que era culpable y terminó con la relación.
El “novio perfecto”
Katherine Ramsland, profesora de psicología forense de la Universidad DeSales, menciona que otras razones que explican la atracción de las mujeres hacia los asesinos en serie son que los ven como el niño que fueron alguna vez y sienten ganas de cuidar de ellos. Otras los consideran como el “novio perfecto” porque saben dónde se encuentra todo el tiempo y no tienen que cocinarles ni hacer nada para ellos. Esto ayuda a mantener la fantasía por un largo tiempo.
Otros expertos en salud mental consideran que las mujeres que se enamoran de los asesinos en serie son inseguras de sí mismas y no pueden encontrar el amor de forma normal, por lo que buscan una relación que no se puede consumar.
Pero, al margen de las motivaciones o razones que tengan algunas mujeres para sentirse atraídas por los criminales, los expertos advierten que la hibristofilia es potencialmente letal pues las mujeres que inician relaciones con ellos ponen en grave riesgo su vida e incluso pueden morir en el intento de quererlos cambiar pues son seres narcisistas, sin empatía ni compasión hacia los demás.