Sorprende a su esposa con enorme regalo hecho de nieve para el Día de San Valentín

Algunas personas regalan chocolates, flores, una tarjeta e, inclusive, los más curiosos, un álbum fotográfico con los recuerdos más importantes que han vivido con su pareja sentimental. Se trata de algunos de los detalles más comunes en el Día de San Valentín, también conocido como el Día del Amor y la Amistad, que se festeja cada año el 14 de febrero en gran parte del mundo.

De acuerdo con la Iglesia Católica, San Valentín era un sacerdote que, pese a la prohibición del matrimonio en la Antigua Roma, se dedicó a casar parejas en secreto. Según la creencia popular, tras ser descubierto fue sometido a intensas torturas y, al final, fue decapitado el 14 de febrero del año 270 d.C., de ahí que se atribuya esa fecha al Día de los Enamorados.

Un hombre identificado como Rob Lanteigne, residente de la ciudad de Kingston, en Ontario, Canadá, decidió pensar ‘fuera de la caja’ y planear una gran sorpresa para su amada, Tina Lanteigne. Rob descartó acudir a una tienda de regalos y comprar algo ‘tradicional’, él decidió poner ‘manos a la obra’.

Una publicación compartida en el Facebook de Tina dio cuenta del enorme regalo que Rob le hizo. Se trata de una escultura gigante de nieve “Love Bear”. Según medios locales, al hombre canadiense le tomó tres días la elaboración del oso y, para lograrlo, utilizó discos de hockey con el objetivo de darle vida a sus ojos, nariz y pies; asimismo, le agregó una bufanda de color rojo, la cual rodeaba su cuello; y una botella de Coca-Cola en su mano derecha.

Tina, atónita por la sorpresa, relató lo sucedido en su cuenta de redes sociales: “Este año, mi esposo fue un poco más allá construyéndome mi propia escultura de nieve ‘Love Bear’. Se trata de una sorpresa anticipada del Día de San Valentín. Con el rumbo que ha tenido el mundo en los últimos dos años, espero que esto levante el ánimo y traiga una sonrisa a todos los que la vean”.

Y añadió: “No esperes a ese día de febrero, difunde amor y bondad durante todo el año. Gracias bebé, esto es increíble Rob”.

Rob trabaja en el sistema penitenciario de Canadá y, además de sorprender a su esposa, tuvo otra gran idea: esculpir al oso de nieve en la Carretera 38 de Kingston, con el propósito de que todos los residentes de la ciudad pudieran disfrutar de su creación. Por si fuera poco, el gran animal cuenta con luces de colores para lograr un mayor atractivo visual