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‘F1’ es un proyecto vanidoso de Brad Pitt que no le llega a los talones a ‘Top Gun: Maverick’

Esta película de deportes producida por Lewis Hamilton es un proyecto desangelado, y demasiado encaprichado con la fanfarronada casi mítica del veterano piloto Pitt para que realmente funcione

Clarisse Loughrey
Viernes, 27 de junio de 2025 19:31 EDT
Primer tráiler de la película ‘F1’
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No se puede criticar la lógica detrás de F1 (o, para ser precisos, F1® la película, con fines de mercadotecnia y el algoritmo). Si atar a una estrella a un avión de combate funcionó de maravilla en 2022, en Top Gun: Maverick, entonces seguro que atar a un ícono a un coche de Fórmula Uno produciría resultados similares, si no idénticos.

Sin embargo, aunque el director Joseph Kosinski y el director de fotografía Claudio Miranda pueden crear secuencias de coches tan bien como de aviones (columnas de humo de los neumáticos y el estruendo de los motores al arrancar), F1 subvierte con brusquedad los vertiginosos placeres de Maverick para dejarlos carentes de todo espíritu.

Para ser una película producida y protagonizada (en un papel breve pero fundamental) por Lewis Hamilton, y por lo demás felizmente poblada por la flor y nata de la escena actual de la F1, el guion de Ehren Kruger hace a un lado gran parte de la verdadera habilidad que requiere el deporte: todas esas decisiones en décimas de segundo para detenerse en boxes o adelantar. En su lugar, se nos pide que apoyemos al veterano Sonny Hayes de Brad Pitt, una versión odiosamente distorsionada del Maverick de Tom Cruise que trata la pista como su propia carrera de cuadrigas estilo Ben-Hur.

Su antiguo compañero de equipo, Rubén Cervantes (Javier Bardem), lo tienta para que vuelva en un último intento de salvar a su malogrado equipo APXGP de una venta inminente. Están atascados en el último lugar, y su novato Joshua “Noah” Pearce (Damson Idris) necesita claramente un mentor de mano dura. Al principio se pelean. Ya te imaginarás qué pasa después. La directora técnica del equipo, Kate McKenna (Kerry Condon), se da cuenta de que Sonny es un “lobo solitario”. También puedes adivinar qué pasa después.

Sonny, al igual que Maverick, rompe las reglas, aunque el tema predominante aquí no es tanto la arrogancia infantil, sino el descaro y lo que podría describirse esencialmente como “incompetencia usada como arma”. En resumen, es difícil querer que gane porque, más que sobrepasar los límites, se niega a jugar sin hacer trampa. Pasamos más de dos horas saltando del Reino Unido a Italia, a Japón, etc., y la película tarda hasta el último gran premio para dejar que el público absorba unas buenas y habilidosas carreras. Termina menoscabando el esfuerzo de los actores que se pavonean en el asiento del conductor.

Puede que el personaje, y la interpretación, de Idris sean los más sólidos del dúo, pero F1 no le presta la atención adecuada porque parece demasiado encaprichada con la fanfarronada casi mítica de Sonny (basta con poner atención a la partitura de Hans Zimmer que se intensifica como si fuera un héroe de cómic haciendo su gran entrada cada vez que aparece en la pista).

Damson Idris y Brad Pitt en ‘F1’
Damson Idris y Brad Pitt en ‘F1’ (Warner Bros)

Y hay una interpretación más cínica. Las peculiaridades de la personalidad de Sonny parecen todas referencias a otros personajes famosos de Pitt: vive en un remolque como el Cliff Booth de Érase una vez en Hollywoody tiene un afecto por Las Vegas como el Rusty Ryan de La gran estafa. La película termina celebrando la rabia e imprudencia de Sonny no solo como redimibles sino, en ciertas situaciones, admirables, lo que se siente incómodamente cercano a una especie de control de imagen a raíz de las acusaciones que hizo la expareja de Pitt, Angelina Jolie, en el contexto de sus prolongadas batallas legales de separación.

Por supuesto, es poco probable que el espectador promedio se interese tanto en discusiones granulares sobre la suavidad de los neumáticos y la aerodinámica. Pero la belleza de un buen guion y una buena dirección es que estos mundos específicos nos atraigan lo suficiente para salir con la sensación de que podríamos subirnos a un coche y correr en Silverstone al día siguiente. F1 se aleja de esa meta y toma un atajo desangelado.

Director: Joseph Kosinski. Reparto: Brad Pitt, Damson Idris, Kerry Condon, Tobias Menzies, Javier Bardem. Clasificada apta para mayores de 12 años, 156 minutos.

‘F1’ ya está en cines

Traducción de Michelle Padilla

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