Tony Bennett, uno de los últimos grandes cantantes estadounidenses, muere a los 96 años
Al cantante de ‘I Left My Heart in San Francisco’ se le diagnosticó Alzheimer en 2016
El legendario cantante estadounidense Tony Bennett falleció a los 96 años, dejando atrás un legado como uno de los intérpretes más magistrales del cancionero estadounidense de todos los tiempos.
Conocido por sus grabaciones de melodías de espectáculos y estándares de jazz, Bennett sacó más de 70 álbumes a lo largo de su carrera y ganó 19 Grammys.
Su publicista, Sylvia Weiner, confirmó su muerte en un comunicado a Associated Press. Falleció en Nueva York, su ciudad natal, por causas no reveladas, luego de que recibió el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer en 2016.
Hacia el final de su vida, las repetidas colaboraciones de Bennett con la cantante pop Lady Gaga lo dieron a conocer a una nueva generación de fans.
Entre sus éxitos más conocidos se encuentran ‘Rags to Riches’ y ‘I Left My Heart in San Francisco’, que se convirtió en su canción de cabecera.
Bennett nació como Anthony Benedetto en Nueva York en 1936, hijo de inmigrantes italianos. Su padre murió cuando él tenía solo 10 años, y su madre, costurera, se quedó a cargo de él y sus dos hermanos.
Bennett saltó a la fama en la década de 1950, como crooner conocido por grabar canciones pop de gran éxito comercial, entre ellas ‘Because of You’, de 1951. Más tarde describiría su identidad vocal como la de “un tenor que canta como un barítono”.
Su estilo musical evolucionó con rapidez y se adentró en otras formas musicales, como las melodías para espectáculos y los números para big band.
Entre los músicos que veneraron a Bennett se encuentra Frank Sinatra, que declaró a la revista Life en 1965: “Para mí, Tony Bennett es el mejor cantante del mundo. Me emociona cuando lo veo. Me conmueve. Es el cantante que transmite lo que el compositor tiene en mente, y probablemente un poco más”.
A finales de la década de 1960 y 1970, la popularidad de Bennett fue decayendo. A instancias de la disquera, grabó un álbum de versiones pop contemporáneas, titulado Tony Sings The Great Hits Of Today, que, según él, fue tan malo que lo hizo vomitar.
“Vomité en las oficinas de la disquera y me fui”, recordó en entrevista con The Independent en 2008. “Y eso fue más o menos todo”.
En la década de 1970, Bennett sufrió depresión y problemas de drogadicción. Al mismo tiempo, se había trasladado al Reino Unido y trabajó con el compositor Robert Farnan en una serie de discos comercialmente infructuosos pero, según diría más tarde, creativamente satisfactorios.
A menudo se ha pensado que Bennett sufrió una sobredosis casi mortal en 1979; más tarde, calificaría el rumor de “mentira”.
“Nunca ocurrió”, aclaró más tarde. “Claro que quizá me permití un consumo moderado de drogas, pero todo el país lo hacía en aquel entonces. Es la misma rutina de siempre: empiezas con marihuana y luego alguien te da cocaína. Si sigues con eso, te mueres. Yo lo dejé”.
También estuvo cerca de la bancarrota en los 80, que evitó gracias a la astuta ayuda empresarial de su hijo, el músico Danny Bennett.
Pero luego, en la década de 1990, volvió a resurgir con elogios y popularidad. La renovada popularidad de Bennett entre el público más joven se vio impulsada en parte por una memorable participación en el programa musical televisado MTV Unplugged en 1994.
A finales de los 90, dio conciertos en Glastonbury, llegó a la cima de las listas de éxitos e incluso participó en Los Simpson. Diecisiete de los premios Grammy que ganó llegaron cuando ya había cumplido los sesenta.
Cuando en 2008 The Independent le preguntó por su regreso, Bennett respondió: “¿Una sorpresa? No fue una sorpresa en absoluto. Y te diré por qué. La buena música es buena música. No me preocupa si quien me escucha es viejo o joven. De hecho, en muchos sentidos, no me interesan los jóvenes en absoluto”.
“Me interesa la edad. La gente aprende a vivir bien cuando llega a una edad, ¿sabes? El difunto [pianista de jazz] Duke Ellington me dijo una vez que le ofendía mucho la palabra ‘categoría’. La música no tiene categorías; o es buena o no lo es, y yo canto buenas canciones, grandes canciones, escritas por los mejores compositores. Es ese tipo de calidad lo que hace que perduren. Créeme, la gente cantará estas canciones por siempre”.
Siguió de gira hasta una edad avanzada, y su música siguió gustando a oyentes de todo el mundo. En 2014, su álbum en colaboración con Lady Gaga, Cheek to Cheek, alcanzó el número 1 en las listas Billboard.
Este logro consolidó el estatus de Bennett como el artista vivo de más edad en conseguir un álbum número 1 en la lista Billboard 200, a la edad de 88 años. Ya había batido el récord tres años antes con su álbum Duets II, que incluía colaboraciones con Gaga, Carrie Underwood y, en la que fue su última grabación de estudio, Amy Winehouse.
Posteriormente, Bennett realizó una gira con Gaga y, en 2021, publicó otro álbum conjunto, Love for Sale.
En 2016, a Bennett le diagnosticaron Alzheimer, pero el cantante no hizo pública su enfermedad sino hasta 2021.
“La vida es un regalo, incluso con Alzheimer”, escribió, en un mensaje a sus fans en ese momento. “Gracias a Susan y a mi familia por su apoyo, y a AARP The Magazine por contar mi historia”.
Debido a la enfermedad, Bennett se retiró de los escenarios en agosto de 2021. Su última interpretación llegó con dos shows con entradas agotadas junto a Lady Gaga en el Radio City Music Hall de Nueva York. En el concierto final, Bennett interpretó un set de 30 minutos con canciones como ‘Fly Me to the Moon’ y ‘Steppin' Out with My Baby’.
Tras conocerse la noticia de su muerte, amigos y contemporáneos compartieron homenajes en las redes sociales.
“Mi más sentido pésame a la familia y amigos de Tony Bennett. También son mi familia emocional y mis amigos”, escribió Nile Rodgers.
“DEP Tony Bennett. Qué pérdida tan grande”, escribió Carol King en Instagram. “Las más profundas condolencias a su familia y al mundo”.
El guitarrista Joe Bonamassa escribió: “Descanse en paz uno de los mejores que ha pisado un escenario. Apenas estaba diciendo que el mejor concierto que he presenciado fue el de Tony Bennett en North Sea Jazz en 2012. Fue como dejar caer una aguja en un disco. Era el último de la mejor generación de cantantes y músicos”.
A Bennett le sobreviven su mujer, Susan, y sus cuatro hijos: Danny y Dae (de su primer matrimonio con Patricia Beech), y Joanna y Antonia (de su segundo matrimonio con Sandra Grant).
Traducción de Michelle Padilla