George Clooney confiesa que cometió un error “tonto” en la crianza de sus gemelos
Clooney y su esposa Amal, abogada de derechos humanos, dieron la bienvenida a gemelos en 2017
George Clooney ha revelado en broma el "tonto" error de crianza que cometieron él y su esposa, Amal Clooney, con sus gemelos de tres años, Alexander y Ella.
El martes, el actor apareció en “Jimmy Kimmel Live!” donde explicó que sus hijos saben hablar italiano con fluidez, pero que él y su esposa no.
“Hemos hecho una gran tontería. Los dos hablan italiano, con mucha fluidez y solo tienen tres años. Yo no lo hablo, y mi esposa tampoco”, reveló en la charla con Jimmy Kimmel.
Reconociendo que es "terrible", Clooney dijo que la división del idioma dificulta que los niños hagan tareas como limpiar sus habitaciones.
“Es terrible. Le hemos equipado con un idioma que nosotros no hablamos, así que cuando les digo que tienen que recoger la habitación, se miran y empiezan a decir: "papa è uno stronzo", abundó el actor.
Durante la entrevista, Clooney también habló sobre cómo ha cambiado su vida durante la pandemia, revelando que ha tenido que hacer tareas domésticas como lavar la ropa, trapear y lavar platos.
En cuanto a si hizo un trabajo exitoso, Clooney le dijo a Kimmel: “Probablemente no, pero estuve ocupado por un tiempo. Me mantuvo fuera de la habitación con los niños hablando italiano".
Sin embargo, según Clooney, la cuarentena no ha tenido un gran impacto en la cantidad de tiempo que pasa con los gemelos, ya que anteriormente le dijo a People que había comenzado a trabajar menos antes de la pandemia para poder estar más con su familia.
“No había trabajado tanto como antes de tener a los niños, así que tenía toda la intención de concentrarme en ellos [de todos modos], acostarlos por la noche y esas cosas, para que no tuviéramos que obligarnos a hacerlo en medio de la pandemia”, dijo al medio.
Sin embargo, está agradecido de que sus gemelos y los de Amal sean jóvenes, ya que significa que la pareja no tiene que educarlos en casa en medio de la pandemia.
“Tengo suerte porque nuestros hijos tienen tres años, así que no tengo que estudiar la trigonometría en casa”, agregó. "Puedo sobrevivir con solo pasar tiempo con ellos".