Un exnovio ‘celoso’, un hogar ensangrentado y un cuerpo desaparecido: dentro del juicio de Zachariah Anderson
Zachariah Anderson, de 42 años, está acusado de matar a Rosalio Gutiérrez Jr., de 40 años, en su apartamento en Wood Creek, Wisconsin, en mayo de 2020
Un padre de Wisconsin está actualmente en juicio por el brutal asesinato del nuevo amante de su expareja, a quien supuestamente acechó y golpeó hasta matarlo con un objeto antes de deshacerse de sus restos.
Zachariah Anderson, de 42 años, está acusado de matar a Rosalio Gutiérrez Jr, de 40 años, en su apartamento de Wood Creek en mayo de 2020.
Gutiérrez, de 40 años, había estado saliendo con la exnovia de Anderson, Sadie Beacham, con quien el asesino acusado comparte tres hijos.
Los fiscales alegan que Anderson se puso celoso de la nueva relación y acechaba a su rival sentimental.
Mientras tanto, la defensa de Anderson afirma que el estado no investigó a ningún otro sospechoso potencial.
El hombre de 42 años está ahora en juicio en el Tribunal de Circuito del condado de Kenosha acusado de homicidio premeditado en primer grado, esconder un cadáver y acechar. Se enfrenta a cadena perpetua.
Conoce los detalles sobre el caso:
Desaparición
La última vez que se vio o se supo de Gutiérrez fue el 17 de mayo de 2020.
Dos días después, Beacham, preocupada, visitó su casa para ver cómo estaba después de que no pudo comunicarse con él.
Cuando llegó a su departamento, descubrió la puerta del patio abierta y sangre en el piso, los muebles y el techo de la casa.
También faltaba una alfombra en la propiedad, dijo a los investigadores.
Beacham contactó a la policía que llevó a cabo una intervención preventiva dentro de la casa de Gutiérrez.
En el interior, los investigadores encontraron grandes cantidades de sangre y signos de lucha, según una denuncia penal.
No se ha encontrado el cuerpo de la víctima, pero los investigadores creen que está muerto por el gran volumen de sangre que encontraron dentro de su apartamento.
Asesinato
En la noche del 17 de mayo de 2020, los fiscales alegan que Anderson fue al apartamento de Gutiérrez y lo mató de forma inhumana con fuerza contundente porque sentía celos de la relación con su expareja.
Luego supuestamente se deshizo del cuerpo de Gutiérrez.
La mañana después de que Gutiérrez fuera visto con vida por última vez, fue visto en imágenes de vigilancia en un Walmart local donde compró bolsas de basura, guantes de látex y toallitas con cloro.
También compró latas de sardinas.
Los investigadores atraparon a Anderson cuando Beacham reveló que creía que su ex estaba siguiendo sus movimientos.
En los días en que se descubrió la muerte de Gutiérrez, los oficiales encontraron fosas ardiendo tanto en la casa de Anderson como en su granja, con los restos de una botella de cloro y la ropa del acusado asesino entre las cenizas.
Los fiscales dijeron que luego se encontró el ADN de Gutiérrez dentro de la camioneta de trabajo de Anderson y que había evidencia de que el interior había sido lavado con cloro.
También le faltaban partes de la alfombra interior del vehículo.
Extrañamente, se descubrieron dos latas de sardinas abiertas y sin comer debajo del asiento del pasajero delantero, según la denuncia penal.
Arresto
El 21 de mayo de 2020, arrestaron a Anderson y lo acusaron de dos delitos graves por acechar.
Ese diciembre, también fue acusado de homicidio y ocultamiento de cadáver.
Se declaró inocente de todos los cargos.
Celos y acoso
Durante su juicio de alto perfil, los miembros del jurado escucharon que Anderson estaba celoso de la nueva relación de su expareja y espiaba a la pareja.
El 15 de marzo, la hija de 15 años de Anderson subió al estrado para testificar que su padre le había pedido que espiara a su madre y registrara “cada vez que mi madre se enfadaba”.
Ella testificó que él mencionaba “frecuentemente” a Gutiérrez cuando estaba con ella.
Luego, no mucho antes de la desaparición de Gutiérrez, Anderson supuestamente también se llevó a su hija con él para espiar a la pareja.
La noche del 24 de abril, menos de un mes antes del asesinato, dijo que su padre los había llevado a ambos a la casa de su madre para ver a Beacham y Gutiérrez a través de la ventana.
Anderson también revisó la camioneta de Gutiérrez y tomó fotos de la matrícula y el registro del vehículo, testificó.
Luego tocó el timbre de la casa y huyó, dijo.
La adolescente también testificó que su padre le contó sobre sus planes de seguir a su rival sentimental, a quien se refirió con un insulto racial.
“Él dijo algo acerca de mostrarle quién era el hombre, y no entendí muy bien, pero uno se daba cuenta de cosas a las que mi padre se refería o insinuaba”, ella dijo.
“Mi papá me dijo, ‘Puedo vigilarlo o seguirlo a su casa una vez solo por diversión.’ Esas fueron las palabras exactas que me dijo”.
Caos en la corte
Se suscitó un momento dramático dentro de la sala del tribunal el 15 de marzo cuando Anderson pareció enviar una señal advirtiendo a su hija adolescente que dejara de hablar mientras testificaba en su contra.
Se vio a Anderson llevándose la mano a la boca y apretando los labios mientras miraba a su hija de 15 años en el estrado de los testigos en el Tribunal de Circuito del condado de Kenosha.
Los fiscales acusaron al demandado de hacer señas a su hija mientras testificaba.
Por su parte, la defensa también acusó a Beacham de usar lenguaje de señas para comunicarse con su hija en el estrado.
Traducción de Michelle Padilla