Dieciséis años e innumerables angustias después, la familia de Madeleine McCann comparte un emotivo mensaje
Los padres se niegan a perder la esperanza y compartieron un emotivo mensaje sobre la “nueva normalidad” de criar a sus gemelos sin su hija desaparecida, informa Joe Sommerlad
El caso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció de un resort vacacional portugués hace 16 años, revivió de manera inesperada este mes cuando investigadores lanzaron una importante operación de búsqueda en un embalse en el Algarve.
La iniciativa provino del fiscal alemán Hans Christian Wolters, quien dijo que los agentes estaban actuando en función de “ciertas pistas” de Christian Brueckner, un delincuente sexual encarcelado que vivió en el área entre 2000 y 2017. Wolters ha dicho que está “muy seguro” de que el hombre de 45 años tiene la clave de la desaparición de Madeleine.
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Con la ayuda de la policía portuguesa y la vigilancia de los detectives de Scotland Yard, los investigadores alemanes llevaron a cabo una búsqueda exhaustiva del bellísimo lugar de Barragem do Arade en Silves.
Peinaron la costa y las praderas circundantes con perros rastreadores, rastrillos, palas y picos, e inspeccionaron el agua en un bote inflable de casco rígido. Una zona de exclusión aérea permitió que los drones de la policía inspeccionaran la región sin ser molestados.
El sitio está ubicado aproximadamente a 48 km (30 millas) al noreste del resort vacacional Ocean Club en Praia da Luz, de donde desapareció Madeleine el 3 de mayo de 2007. Provocó una gran investigación que atrajo la atención de los medios y el interés del público en todo el mundo, pero hasta el momento no ha arrojado ninguna respuesta definitiva.
Los padres de la niña, Gerry y Kate McCann, se han negado a perder la esperanza y recientemente publicaron un poema para su hija en su sitio web Find Madeleine, recordando a los lectores que ella “sigue desaparecida… aún se le extraña mucho”.
“La investigación policial continúa y esperamos un avance. Gracias a todos por su apoyo, sí que ayuda”, agregaron.
Aquí hay un vistazo a la familia, cuyas vidas han resultado definidas por el misterio.
Los padres Kate y Gerry McCann
La madre de Madeline nació como Kate Marie Healy en Huyton, cerca de Liverpool, en 1968.
Después de asistir a la escuela All Saints School en Anfield y a la escuela secundaria Notre Dame en Everton Valley, se graduó de la carrera de medicina en la Universidad de Dundee en 1992. Comenzó su carrera especializándose en obstetricia, ginecología y anestesia, y posteriormente se convirtió en médica de cabecera.
Conoció a su esposo Gerald Patrick McCann en 1993 y se casaron en 1998. Madeleine, su hija mayor, nació en 2003 y la pareja tuvo mellizos, Amelia y Sean, en 2005.
Gerald nació en Glasgow en 1968 y asistió a la escuela secundaria Holyrood RC antes de graduarse de la Universidad de Glasgow con una licenciatura en fisiología y ciencias del deporte en 1989.
Obtuvo su doctorado en medicina de la misma institución en 2002 y desde 2005 ha trabajado como cardiólogo consultor en el Hospital Glenfield, en Leicester, donde la familia está establecida.
En 2007, la familia viajó a Portugal y alquiló un complejo de apartamentos. En la noche de la desaparición de Madeleine, sus padres y un grupo de amigos cenaban en un restaurante de tapas al aire libre. Si bien los niños se quedaron sin supervisión en los apartamentos, el grupo se iba turnando para verificar el estado de los niños cada media hora. Tras el incidente, los McCann encabezaron los pedidos públicos de información y se convirtieron en elementos constantes en las portadas de los periódicos y en las pantallas de televisión.
También fueron objeto de espeluznantes acusaciones de tabloides que sugerían que ellos y sus amigos podrían ser swingers o que, como médicos, podrían haber tenido la costumbre de sedar a sus hijos. Otros afirmaron haber detectado inconsistencias en su relato de los eventos de la noche, insinuando que podrían haber estado involucrados en la desaparición de su hija.
Roy Greenslade de The Guardian describió después la intensidad de la hostilidad hacia los McCann como “ningún accidente periodístico” y “una campaña sostenida de duras críticas contra una familia afligida”.
La pareja fue entrevistada como “arguidos” (sospechosos) por las autoridades portuguesas en septiembre de 2007, e informaron a los padres que los perros policía supuestamente habían descubierto pruebas de ADN de la niña desaparecida en el maletero de su coche de alquiler de vacaciones. Negaron con vehemencia las acusaciones en su contra y posteriormente iniciaron una demanda por difamación contra uno de los detectives que había escrito un libro sobre el caso.
Después de que la familia regresó a Inglaterra, el inspector jefe Tavares de Almeida de la Policía Judicial en Portimao firmó un informe de nueve páginas en el que afirmaba que Madeleine había muerto en el apartamento de vacaciones como resultado de un accidente (en lugar de que un extraño la secuestrara), que la cena de tapas y la rotación de turnos habían sido parte de un encubrimiento planeado, que los amigos de la familia habían ayudado a engañar a la policía y que los McCann habían ocultado su cuerpo y luego fingido un secuestro.
Esa sospecha oficial se prolongó hasta julio de 2008, cuando el fiscal general de Portugal, Fernando José Pinto Monteiro, anunció que, después de todo, no había pruebas que vincularan a los McCann ni a otro sospechoso, el ciudadano local Robert Murat, con la desaparición y cerró el caso sin resolver.
Los McCann se negaron a darse por vencidos, publicaron imágenes generadas por computadora de cómo se vería su hija con el paso de los años, publicaron su propio libro, titulado simplemente Madeleine (2011) y respaldaron una campaña exitosa para presionar al entonces primer ministro David Cameron para que reabriera el caso. Y lo hizo.
El resultado fue la Operación Grange, en la que los agentes regresaron a Portugal en 2014 y se invirtió mucho dinero en la investigación de decenas de miles de documentos, que no establecieron definitivamente la verdad. Provocó que el caso permaneciera inactivo durante varios años hasta que Brueckner emergió como un nuevo sospechoso en 2020.
En el libro Madeleine, Kate McCann discutió el costo que la terrible experiencia había cobrado en su devota fe católica romana y afirmó: “Ha habido muchas ocasiones en las que he sentido que Dios me ha abandonado o que ha defraudado a Madeleine. Ocasionalmente, he dudado por completo de su existencia. Y sí, me he enojado con Él”.
“Sin embargo, por ahora, al menos, mi ira hacia Dios parece haber disminuido. Creo en Él y aún siento su presencia”.
Hermanos Amelia y Sean McCann
Por respeto a su privacidad, en especial por su edad, los hermanos menores de Madeleine han sido protegidos en gran medida del ojo público.
Sin embargo, Amelie McCann, que ahora tiene 18 años, se unió a sus padres para recordar a su hermana desaparecida en el 16º aniversario de su desaparición el 7 de mayo de 2023.
Al hablar en público por primera vez en una reunión de oración en Rothley, dijo: “Es bueno que todos estén aquí juntos, pero es una ocasión triste”.
Según los informes, McCann se unió con cánticos que incluían “Nunca, nunca te rindas”, “no dejes piedra sin remover”, “no te olvides de mí” y “sigue desaparecida, aún se le extraña”.
Sus padres estaban entre los 70 asistentes, pero su hermano Sean no, y prefirió permanecer fuera del escenario.
Rob Gladstone, quien dirigió las oraciones en el evento, le dijo a su audiencia: “Estamos aquí esta noche para mostrar nuestra amorosa preocupación por Madeleine y por todos los niños pequeños que han sido separados de sus familias en contra de su voluntad”.
“También estamos aquí para animarnos unos a otros a mantener la esperanza y orar porque se renueven las fuerzas incluso después de este largo tiempo”.
Al reflexionar sobre la importancia de los gemelos para mantener su familia unida en una entrevista de 2017 con Fiona Bruce de la BBC, Gerry McCann dijo que la terrible experiencia los había obligado a enfrentar “una nueva normalidad” al vivir sin su hija.
Kate McCann agregó: “Lo que la gente dice es que no te das cuenta de lo fuerte que eres hasta que no tienes otra opción”.
“Y creo que eso es muy cierto. Obviamente, momentos sísmicos como este te remueven profundamente, siembran mucho trauma y aflicción emocional. Pero, en última instancia, tienes que seguir adelante, y sobre todo cuando hay otros niños involucrados”.
“Algo de eso es subconsciente, creo: tu mente y tu cuerpo toman el control hasta cierto punto. Pero si no puedes cambiar algo de inmediato, tienes que aceptarlo y hacer lo mejor que puedas”.
La pareja también abordó el abuso en línea que han soportado y comentó: “Estoy segura de que es una minoría muy pequeña de personas que pasan su tiempo haciéndolo, pero ha inhibido lo que hacemos por completo”.
“No usamos redes sociales para asuntos personales, aunque las hemos usado en la campaña de Madeleine”.
“Pero para nuestros gemelos que están creciendo en una era donde la tecnología móvil se usa todo el tiempo, no queremos que no puedan usarla de la misma manera que sus compañeros”.
McCann describió las acciones de algunos comentaristas en línea como impactantes, pero dijo que prefería centrarse en el apoyo que muchos más miembros del público habían ofrecido a la familia.
Traducción de Michelle Padilla